OBITUARIOS

Muere el jefe de cocina de El Celler de Can Roca en un accidente de tráfico

Daniel Redondo Cuevas llevó las riendas del prestigioso restaurante durante nueve años; previamente trabajó en el cuarto mejor restaurante de América Latina.

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Muere el jefe de cocina de El Celler de Can Roca en un accidente de tráfico

Día de luto para el mundo de la gastronomía. Según ha confirmado El Celler de Can Roca, Daniel Redondo Cuevas, quien ha ejercido como jefe de cocina del prestigioso restaurante gerundense durante casi una década, ha fallecido este viernes a los 46 años en un accidente de tráfico en la AP7. El chef, además de sus labores en uno de los mejores restaurantes de España y del mundo, también había trabajado en el Maní de Brasil, considerado el cuarto mejor de América Latina.

La tristeza por la pérdida se lee entre las líneas del comunicado que el restaurante ha emitido por Instagram. “Dani ya no está entre nosotros. Ha realizado un viaje acelerado para reencontrarse con su padre. Cantarán los ángeles con sus guisos. Qué descomunal talento. Nacido para cocinar. Una persona perseverante, apasionada y talentosa. A veces gruñón, fruto de su carácter y exigencia, tenía un corazón gigantesco”, reza el escrito, a lo que añade lo siguiente: “el gran corazón y el ángel de la cocina eran heredados de su deliciosa madre”.

También se ha dedicado desde el perfil una reflexión a las virtudes del chef. “Se marcha un trabajador incansable. Un cocinero extraordinario tocado por la varita de los privilegiados. Merecía una vida plena. Hizo muchas carreras en la vida. Superó retos que pocos podrán superar”, expresa el texto, que cierra otorgando el pésame a la familia. “Descanse en paz, querido”, culmina la triste noticia.

“Conseguía juntarnos a la mesa a hermanos y padres”

Detrás de este texto se encuentra el sumiller del restaurante, Josep Roca, quien ha lamentado lo ocurrido ampliando un poco más lo publicado desde el perfil corporativo con un carrusel de imágenes en las que se ve al difunto cocinero con amigos y familiares y haciendo lo que, tal y como insisten sus allegados, más le gustaba hacer: cocinar.

“Vivíamos con ilusión y esperanza anhelos y sueños futuros. Los sábados nos cocinaba amor en familia. Conseguía juntarnos a la mesa a hermanos y padres con una cocina delicada. Estaba orgulloso de ello. Un monte de proyectos nos esperaban. Su madre lo sabía, nosotros imaginábamos cosas bonitas”, ha añadido Roca.

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