Muere el cineasta Roberto Pérez Toledo a los 43 años

El director, guionista y productor Roberto Pérez Toledo ha fallecido a los 43 años en Madrid por las consecuencias del ictus que sufrió hace apenas unos días. El canario tenía una cita con la Academia de Cine este lunes para exhibir sus cortos y estaba disfrutando de las primeras representaciones de su obra de teatro, pero un inesperado desenlace le ha convertido en leyenda antes de lo previsto. Y es que Pérez Toledo deja un legado en el cine español por su incansable lucha por la visibilidad LGTBi, una causa que mostró en muchos de sus cortos y que le hizo continuar pese a que la industria muchas veces rechazaba sus proyectos.

Nacido en Lanzarote en abril de 1978, tuvo una vida difícil desde su niñez, pues con solo tres años le diagnosticaron atrofia espinal congénita. Años después, a los 14, la enfermedad le obligaría a utilizar una silla de ruedas que desde ese punto le ha acompañado durante toda su vida. Precisamente de niño vio ‘E.T., el extraterrestre’, una película que le metería el gusanillo del cine y que derivó en estudiar Comunicación en la Universidad de Salamanca. Gracias a eso, y su tesón, consiguió rodar tres largometrajes, dos propios y un conjunto y 40 cortos.

Seis puntos sobre Emma, su primer largometraje

El primero de ellos lo lanzó en 1999 bajo el título de Mar adentro, un corto cuyo guion le brindó dos premios. Más tarde llegarían Vuelco y Los gritones, ambos con numerosos galardones y en el caso del segundo, plagiado por una marca de coches, motivo por el que tuvo que llevarse a los tribunales. Ya en 2012 Pérez Toledo presentó el largometraje Seis puntos sobre Emma, protagonizado por una Verónica Echegui que interpretaba a una joven ciega obsesionada con ser madre. Un año después lanzó Al final todos mueren y ya en 2017 presentó Como la espuma. Entre estos largometrajes creó diferentes campañas para El Corte Inglés y el corto Los raros amigos, que acumula ya más de 22 millones de reproducciones en Internet.

Roberto Pérez Toledo contribuyó al cine social y deja un legado imborrable al contar, narrar y dar visibilidad al colectivo LGTBi, todo ello desde una capacidad creativa y artística envidiable, y una sensibilidad que le ha valido los elogios de la crítica y de innumerables seguidores que lamentan la triste noticia de su marcha.