MÚSICA

Muere el célebre director de orquesta Seiji Ozawa a los 88 años

El nipón, uno de los más grandes del género, ha fallecido por una insuficiencia cardíaca en Tokio, la ciudad donde dirigió por última vez una orquesta.

Muere el célebre director de orquesta Seiji Ozawa a los 88 años

La música viste de negro. El mundo de la cultura está de luto. Seiji Ozawa, considerado el mejor director de orquesta japonés de la historia y uno de los grandes del género, falleció el pasado 6 de febrero a los 88 años. La noticia de su fallecimiento la ha dado este viernes la cadena pública japonesa NHK: una insuficiencia cardíaca ha sido la causa del deceso.

Ozawa, que nació el primer día de septiembre de 1935 en la complicada —en términos geopolíticos— región de Manchuria, era todo un referente de la música clásica que había logrado conquistar los oídos más finos de todo el planeta a través de sus versiones de obras postrománticas para gran orquesta.

Una trayectoria irrepetible

Desde muy pequeño comenzó a tocar el piano. Siempre consciente de que su vida se leía en un pentagrama, decidió encaminar su aprendizaje a aquello que le apasionaba: tras graduarse en secundaria inició estudios de dirección en la Escuela de Música Toho. Allí aprendió de Hideo Saito, otro gran nombre de la música nipona y mundial.

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Grace LiangREUTERS

Corría el año 1959 cuando ganó el Primer Premio del Concurso Internacional de Jóvenes Directores de Orquesta de Besanzón. Bajo la tutela de Charles Munch llegó a los Estados Unidos. Y fue en América donde se consagró como eterno, inmortal ante las notas y los instrumentos. En 1961 fue designado por Leonard Bernstein como director asistente de la Orquesta Filarmónica de Nueva York. Su recorrido, pese a estar ya en la cúspide mundial, no había hecho más que empezar.

Fue director musical de la Orquesta Sinfónica de Toronto entre 1965 y 1970, de la Orquesta Sinfónica de San Francisco entre 1969 y 1976 y, especialmente, de la Orquesta Sinfónica de Boston entre 1973 y 2002. Casi tres décadas al frente de uno de los grupos orquestales más prestigiosos del mundo. Tras este episodio y hasta 2010 fue director musical de la Ópera Estatal de Viena. Y fue en este cargo donde decidió poner punto y final a su carrera. En la ciudad de los grandes músicos, en el corazón de la Vieja Europa.

La última ocasión en la que dirigió una orquesta fue en 2016, protagonizando un breve paréntesis en su retiro. Lo hizo en el Suntori Hall de Tokio, ante la ovación interminable de un ateneo que se sabía afortunado de ver en acción a uno de los grandes del género. Su irrepetible historia nació y murió en Japón.