OBITUARIO

Muere el cantautor Pau Riba

El músico, voz clave en la canción catalana, ha fallecido a causa del cáncer de páncreas que anunció que padecía el pasado mes de diciembre.

Actualizado a
Josep Tomas.

El cantautor y poeta Pau Riba i Romeva ha fallecido este domingo a los 73 años de edad a causa del cáncer de páncreas que padecía y que anunció el pasado mes de diciembre. Se ha ido en su casa de Tiana, en Barcelona, y deja un legado clave en la historia de la música catalana y también en su cultura, pues se convirtió en una pieza clave durante la revolución que vivió la región en los años 70. Riba se ha ido dando guerra hasta el final, ya que hasta hace tan solo unas semanas ha estado sobre los escenarios con una sátira de los villancicos tradicionales acompañado de The Mortimers.

Nacido en Palma de Mallorca en 1948 en el seno de una familia de la burguesía catalana, intentó convertirse en integrante del grupo Els Setze Jutges, pero no lo consiguió y fundó junto a unos amigos el Grup de Folk con la idea de defender una canción más popular y combativa. Así nace su primer sencillo: Taxista. Eran los últimos años de la década de los 60 y su concierto en el Parque de la Ciudadela se convirtió en referencia de un movimiento que quería cambiar las costumbres tanto sexuales como culturales de la sociedad catalana. Dos años después estrenó Dioptria, una crítica de la burguesía y de la familia cristiana que se había instaurado como inquebrantable.

Jamás renegó de la etiqueta de hippie, aunque en sus últimos años se definió como un ‘transhumanista’, por eso alquiló un caserón en la parte alta de Barcelona y lo convirtió en una comuna junto a varios amigos. Después de una redada en la que fueron detenidos pese a que, según él, los agentes no encontraron droga, decidió mudarse a Formentera, donde nacerían sus dos hijos y donde descubriera una nueva forma de libertad.

Acabaría los años 70 en Cadaqués, en la Costa Brava, para tratar la hepatitis que padecía y para también desintoxicarse. Ya en los 80 participaría en los dominicales de varios periódicos, trabajó en algunas películas y comenzó a desarrollar con mayor pasión su talento para la escritura.

Fiel a su estilo hasta el final

Desarrolló su actividad hasta sus últimos días y presumió de su estilo por muchos años que pasaran. De hecho, en 2019 confesó en una entrevista para la agencia Efe que su disco en los 70 había sido una “andanada de misiles a la línea de flotación de la familia tradicional” que seguía siendo necesaria todavía en el siglo XXI. Hizo la entrevista en un prestigioso hotel de Barcelona por el que no dudó en pasear descalzo y con su melena al viento. Riba deja un legado de 28 discos y 14 libros además de sus trabajos en medios, en películas y en televisión.