FAMOSOS

Miguel Bernardeau: “Bajé a los infiernos”

“He descubierto que soy una persona más frágil y emocional de lo que proyecto”, cuenta el actor en una entrevista a la revista ‘Esquire’.

Miguel Bernadeau, en una imagen de su Instagram.

Miguel Bernadeau está de estreno. Quien triunfó con Élite es ahora el protagonista de la serie de Amazon Prime Video que lleva por título Zorro y que también se podrá ver en Televisión Española. Un proyecto que ha presentado con una entrevista a la revista Esquire, donde también ha hablado del proceso de buscarse a sí mismo tras su ruptura con la cantante Aitana.

Todo empezó, según cuenta el intérprete, con un viaje a Mauricio. “Fue muy potente a nivel emocional. Mi sueño era ver ballenas y cachalotes. Pensaba que iba a poder tener un momento único con una ballena. Que esa ballena y yo nos íbamos a reconocer de alguna forma. Que iba a ser bonito. Y fue uno de los viajes más… Fue muy triste. Extremadamente triste. Me tiré al agua, me encontré con una ballena y vi que, lejos de querer estar allí, me tenía un miedo increíble. Recuerdo bajar a unos 25 metros de profundidad y nos quedamos la hija de la ballena y yo solos, ella se estaba moviendo. La miré a uno de los ojos, ella me miró y la mirada era de pánico. Salí del agua llorando. Ahí aprendes, y ya sé que esto se ha dicho mucho, que eres menos importante de lo que crees. Y que esto no es tuyo. ¿Qué haces tú aquí?”, relata el actor.

“No todo el mundo tiene que conectar contigo ni tú tienes el derecho a forzarlo. Era un momento personal en el que estaba escapando. Fue muy duro. La hora de vuelta en coche después de estar con la ballena me la pasé llorando a moco tendido. Era un momento emocional en el que estaba muy sensible. Ahí encontré lo que me pasaba. Aparte de la ballena, esos días bajé muchas veces muy fuerte, por sentir la adrenalina, y en un momento dado, nuestro guía, que era un tipo muy simpático, me dijo: ‘No sé por qué estás haciendo esto, pero no es por la razón correcta’. Y eso me rompió. Se me juntó todo. Y entendí. No estoy aquí ni por la ballena ni por nada de esto, estoy aquí por otra cosa. No he venido para entrar, he venido para salir”, añade.

Más información

Y reconoce haber encontrado aquello de lo que escapaba: “De un momento de mi vida en el que me estaba reencontrando conmigo mismo después de una ruptura, una ruptura muy pública. No solo eso. Quería reencontrarme con ‘mi actor’, con mi persona, redirigir mi vida. Quería redescubrir hacia dónde quería ir”.

La imagen de arrogante como escudo

Pese a su apariencia de duro, el actor confiesa que, en realidad, no es esa su verdadera cara, la de frío “y arrogante”. “Es un escudo. Un intento de mantener algo privado. También es un esconder inseguridades proactivamente. Preferir que nadie vea ciertas cosas de cómo soy realmente aunque piensen que soy de esa manera. Tampoco es una elección, es que me convierto en una persona seria cuando tengo vergüenza, cuando estoy inseguro, cuando estoy mal… Porque creo que tampoco es bueno exponerlo todo. Creo que estoy en ese momento de encontrar un poco el equilibrio, de poder ser yo y disfrutarlo. Porque no he disfrutado mucho por eso, por ponerme en este lugar de distancia con las cosas para que no se me vea a mí. Forma parte más de una coraza que se ha convertido después en algo reconocido por mí mismo, pero que empezó como algo inconsciente”.

Y el origen de esa imagen que proyecta cree que está en lo que rodeaba a su carrera. “Efectivamente, no mi carrera en sí. Hubo algo de cansarme mucho del tipo de exposición que estaba recibiendo. Porque yo nunca he sido una persona de exponer mi vida, y, sin embargo, sí que se ha expuesto, sin mi permiso ni mi consentimiento. No lo elegí. Creo que eso es lo que me hizo bajar a los infiernos, por así decirlo. Y sí, es verdad, desde ahí me he reenamorado de una forma muy bonita de mi profesión porque es lo que me ha ayudado a recuperar la ilusión”.