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Melyssa Pinto se sincera sobre su TCA: “A veces no he querido que mi pareja me viese desnuda”
La influencer defiende que un trastorno alimenticio “no se cura del todo” y que todo surgió por los comentarios negativos de la gente.
Melyssa Pinto ha abierto su corazón y se ha sincerado sobre el trastorno de conducta alimentaria (TCA) con el que tuvo que convivir durante mucho tiempo y con el que, según ella, todavía convive, aunque de otra manera. “Un TCA no se cura del todo”, asegura la exparticipante de La isla de las tentaciones, que todavía tiene muy presentes las cicatrices que le provocó la enfermedad durante tanto tiempo. En una entrevista para el portal online Bloom, Melyssa cuenta qué la condujo a ese estado y cómo la afectó, un testimonio que ofrece con el objetivo de poder ayudar a personas que estén atravesando una situación similar a la que ella pasó.
“Lo que me hizo hacer click fueron comentarios que escuché de personas en relación con mi físico. El hecho de querer gustar más y de recibir algún comentario desagradable hizo que yo empezara a tontear un poco con la comida”, apuntó la que fuera pretendienta en Mujeres y Hombres y Viceversa. Y es que el TCA le provocó unas inseguridades que no solo la afectaron a la hora de comer, sino también en su vida personal y sentimental.
“Es muy importante, para tener una relación sana, quererse a uno mismo, ser independiente y no tener miedo al abandono”, confesó. Ella no estaba a gusto consigo misma y eso provocó que las inseguridades estuvieron presentes en sus relaciones hasta el punto de que llegó a ser una persona “tóxica”. “Ha habido ocasiones en las que no he querido que mi pareja me viese desnuda en un día puntual en el que he estado muy mal”, continúa explicando. Por suerte para ella, ahora vive días felices junto a su novio Marco Panosian, un nombre que también le puede sonar a los seguidores más fieles de MYHYV.
La importancia de pedir ayuda
Melyssa Pinto no quiso terminar su intervención sin antes enviar un mensaje a todas aquellas personas que tienen un TCA y que todavía no han sido diagnosticadas porque no se atreven a ir al médico o incluso porque sienten vergüenza. “Hay que normalizar temas como este, que es un tema delicado. Creo que es algo muy importante y me repito y lo repetiré todas las veces que haga falta: hay que entender a las personas que tienen un problema. Hay que aceptarlo y pedir ayuda”.