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Mayte García, exmujer de Cañizares, recuerda a su hijo: “Para mí, sigue vivo”

Su pequeño Santi falleció tristemente cuando tan solo tenía 5 años y esta semana ha hablado sobre su pérdida y cómo perdió el miedo a la muerte.

Mayte García, exmujer de Cañizares, recuerda a su hijo: “Para mí, sigue vivo”

Mayte García y Santiago Cañizares sufrieron en el año 2018 uno de los mazazos más duros que se pueden imaginar. Su pequeño Santi fallecía con tan solo 5 años a causa de un tumor cerebral y la empresaria le ha recordado cada día desde entonces, aunque esta semana lo ha hecho de manera pública en una entrevista publicada por la revista Lecturas. “Para mí mi hijo sigue vivo. No puedo abrazar su cuerpo pero sí su alma”, ha expresado emocionada desde su casa.

“Vivo en paz desde la muerte de mi hijo. En el segundo en que se fue sentí que estaba flotando”, ha continuado explicando. “Desde entonces perdí el miedo a la muerte. Sé que cuando me muera mi hijo me recibirá”, continúa. Pero si hay una tarea difícil es convencer a sus hijas de que aunque ya no le puedan ver, Santi sigue estando ahí: “Tienen que dar vida a su hermano. Tiene que ser una extensión suya porque han sido trillizos. Les digo que, aunque no exista, vive en nuestros corazones y no debemos venirnos abajo si nos preguntan por él”.

En su último testimonio, Mayte García ha recordado cómo trató por todos los medios de que su hijo no la viera “jamás” llorando por él, tanto por él como por sus hermanas: “Se podía haber muerto el día uno con dos infartos cerebrales, pero luchó 15 meses. Fue mi fuerza. No quería que mis hijas tuviera una madre depresiva”, confesó. “Iba al hospital maquillada y con tacones para que me viera guapa”, agregó.

Una pérdida que afectó a su matrimonio

Sin embargo, el triste desenlace de Santi y todo el proceso erosionaron su matrimonio con Santi Cañizares: “El dolor por la pérdida de mi hijo influyó en el fin de mi matrimonio. Hizo mella en nosotros de forma distinta”. Por suerte para ella, se separó en el momento justo: “No quise llegar al límite de mirar a mi marido y no saber quién era. Por eso nos separamos”.