Mayka, de ‘LIDLT’, dice adiós a todos sus retoques estéticos

Mayka Rivera es una de las concursantes más recordadas de la segunda edición de ‘La isla de las tentaciones’ donde acudió junto a Pablo, su novio de aquel entonces. A día de hoy, la murciana mantiene una relación estable con Alejandro Bernardos, el joven con el que participó en ‘La última tentación’, la secuela del programa de Telecinco. En su último video en ‘Mtmad’, la televisiva anuncia que muy pronto dirá adiós a todos sus retoques estéticos en el rostro.

La murciana está dispuesta a apostar por su versión más natural. “Tengo los labios demasiado gordos después de varios años pinchándome ácido hialurónico. En cada clínica que voy, me dicen que no puedo pincharme más”, comienza diciendo. “He decidido quitarme el ácido porque ya no me gusta la forma que tiene mi labio”, añade. “Mi cara cambia mucho cuando le quitas el ácido. Con 25 años tenía mucho complejo con el tema de los labios y me inyecté dos viales”, dice a sus seguidores.

“Grabaré todo el proceso para compartirlo con vosotros. El antes y el después, aunque no sé si me arrepentiré. No sé si estoy tomando una buena decisión. No sé si quedará peor de lo que está porque estoy acostumbrada a verme así”, afirma de manera muy sincera. “Volveré a ser como en los orígenes. Seré como cuando nací”, añade.

Los más de medio millón de seguidores de Mayka también le han preguntado por los ya conocimos como ‘desastres estéticos’. “¿Has tenido alguno?”, le pregunta una de sus fans. “Sí, en la nariz. Se me ocurrió pincharme un poquito en la punta y no me gustó el resultado. Se me quedó una nariz súper gorda y desde ahí, no me atrevo a tocármela”, expresa.

Tras los pasos de Marina García

Marina García es otra de las exconcursantes de ‘La isla de las tentaciones’ que ha decidido dejar atrás los retoques estéticos. A pesar de tener en propiedad una clínica de medicina estética, la andaluza apuesta por la naturalidad y dice adiós tanto al ácido hialurónico como al bótox. “Eso estoy haciendo. Quitarme todo. Incluidos los restos que quedan en mi rostro. No porque no esté a favor, todo lo contrario, sino porque estos años atrás no he sabido lo que le estaba bien a mi cara y piel, y ahora sí lo sé”, explicó.