María Pombo conoció a su marido estando aún con Morata: “No me sentía valorada”

María Pombo ha sido la protagonista de ‘Mi casa es la tuya’ con Bertín Osborne y se ha sincerado sobre cómo comenzó su relación con Pablo Castellano y también ha recordado cómo recibió el diagnóstico de la esclerosis múltiple. Cabe recordar que la popular influencer mantuvo una mediática relación con Álvaro Morata y curiosamente conoció a su marido cuando estaba con él. Tal y como ha confesado, María acudió al Mutua Madrid Open junto al actual jugador de la Juventus y allí conoció a un Pablo Castellano que también había ido con su pareja. Según ellos, los prejuicios provocaron que tuvieran una mala impresión el uno del otro, pero cuando en verano rompieron con sus respectivas parejas dieron paso, sin saberlo, a una historia de amor de la que a día de hoy siguen escribiendo capítulos.

La madrileña reconoce que sufrió mucho con la ruptura con Morata y que muchos de los seguidores que había ganado en Instagram cuando se hizo pública su relación se esfumaron. Por suerte, un viaje a Cantabria con toda su familia hizo que comenzara a recuperarse, sobre todo gracias a que cuando estaba allí le escribió Pablo porque iba a ir con un amigo. Allí, ya en la playa, comenzaron a conocerse y a ver que la primera impresión no fue la adecuada: “Comenzó a interesarse muchísimo por cosas sencillas que nunca me habían preguntado”. “Estaba apreciando cosas de mí que ninguna pareja había apreciado. Es como que mis otros novios eran los importantes y en este caso Pablo estaba dándome importancia a mí”, revela.

El problema en ese momento es que María Pombo estaba enamorada todavía de Morata. De hecho fue a Italia para tratar de arreglar las cosas con él, aunque lo hizo con Pablo ya rondando por su cabeza. “Estuve una semana allí y en mi cabeza estaba solo Pablo Castellano. Yo no me sentía valorada, y me volví a España. Allí nos peleamos un montón, hubo como movidas que definitivamente dijimos que no podíamos estar juntos”. Y después de un mes asimilando que “el que pensaba que era el gran amor de mi vida” era ya cosa del pasado, decidió escribir a Pablo y así empezó todo.

María Pombo, sobre su esclerosis: “Pensé que era un pinzamiento”

El 22 de junio de 2020 María Pombo dio la noticia que nunca habría querido dar en Instagram: había recibido el diagnóstico de esclerosis múltiple, la misma enfermedad que padece su madre. “Me dio un brote que tenía como cosquillas en los pies, subía poco a poco hasta las rodillas y acabó al día 20 hasta el costado. Además tenía frío constantemente... Era desagradable. No perdí movilidad pero... Fue un brote. La esclerosis múltiple es la enfermedad de las mil caras: te puede dejar ciega de un ojo, te puede dejar sin habla, te puede dejar inmóvil... Yo tuve suerte y me dio con hormigueos”, le confesó a Bertín.

“Cuando me dio en la planta de los pies ya mi padre empezó a sospechar. Era cuando estábamos confinados, cuando nos dejaban salir a pasear. Recuerdo que acababa de salir a andar y le dije a mi padre: ‘Llevo tres meses parada en casa, he salido a andar y me ha dado un tirón en el pie y por eso tengo hormigueos’. Y él se quedó con la mosca detrás de la oreja”, reveló.

Cuando después de 20 días el hormigueo había llegado al costado, ya asustada porque “sabía que algo no iba bien”, contactó con su tía para explicarle la situación. “Tenía la esperanza de que fuera un pinzamiento en la espalda porque a mi madre solo le afectaba en un lado y a mí me pasaba en los dos”. Su tía quiso enviarle un mensaje de tranquilidad pero nada más colgar el teléfono le consiguió una cita urgente para el médico y en apenas unos minutos su hermana estaba yendo a por ella. “Yo decía que cómo de grave tenía que ser para que estuviera viniendo a por mí. Y me dijo: ‘No te preocupes que la tía nos ha conseguido cita con un neurólogo muy bueno’. Y ahí ya me cagué”.

María estuvo entonces 15 días sin saber qué le pasaba, “los quince días más largos de mi vida”. Encima antes de que le diera el brote se enteró de que estaba embarazada: “Pensaba que mi bebé no iba a sobrevivir del estrés que tenía, seguía con hormigueos, con dolor de cabeza... Horrible”. Durante esos días estuvo comiéndose la cabeza y rezando para que no fuera nada que no conociera, por eso cuando recibió el diagnóstico, después de llorar y desahogarse, sintió cierto alivio: “Odio decir esto porque no es una enfermedad de la que te tengas que alegrar, pero respiré y pensé: ‘La conozco’”. Por suerte para ella, los tratamientos han mejorado mucho en los últimos 20 años y, aunque no tiene cura, se enfrenta a ella con más información de la que tenía su madre cuando también recibió el diagnóstico.

La noticia hizo que desapareciera de las redes sociales y estuvo 15 días sin publicar nada. “No estaba preparada para dar la noticia porque ni siquiera sabía si lo quería contar”. Finalmente decidió dar ella la información para evitar posibles rumores y especulaciones, y con lo que se encontró fue con una enorme empatía por parte de sus seguidores y un sinfín de mensajes de ánimo que guardará para siempre en el recuerdo. Eso sí, como siempre hubo haters con comentarios de lo más deleznables y ella lo tiene claro: “No quiero que la gente me diga que no puedo hacer algo porque tengo esclerosis. Haré mi vida hasta donde pueda”.