Viajes de venganza: qué son, quiénes los hacen y por qué son tendencia
Con la irrupción de la COVID-19 el turismo sufrió un importante varapalo a nivel mundial, pero lo más duro de la pandemia ha quedado atrás y el ansia por viajar aumenta.
Puede que la pandemia haya influido de manera determinante en el cuándo, dónde y cómo viajamos, pero no es menos cierto que las ansias acumuladas de millones de viajeros por recuperar una costumbre en muchos casos casi olvidada, ha convertido especialmente al 2022 en el año del resarcimiento. El de llenar la maleta de ilusiones y disponerse a vivir nuevas experiencias. Nos lo hemos ganado.
Y precisamente en ese contexto, en el de la imperiosa necesidad de recuperar una pasión arrebatada, se enmarca el nuevo concepto de turismo que comenzó a acuñarse en 2021. Nos referimos a los viajes de venganza o turismo de venganza, una tendencia real que invita a desquitarse tras un periodo de inmensa oscuridad en el que los viajeros se han sentido encadenados.
“Lo que intenta captar el concepto, creo, es el deseo que tiene mucha gente de volver a viajar, de ver nuevos lugares y conocer gente nueva, después de un periodo que se ha sentido estático y monótono”, asegura a CNN Travel, Rory Boland, editor de la revista ‘Which?’.
“Es otra forma de decir: ‘Oye, la vida es corta. Quiero reservar ese viaje. Quiero pasar más tiempo con la familia. Quiero conectar con la humanidad y con la naturaleza. Quiero explorar el mundo y buscar experiencias que me hagan sentir vivo’”, señala por su parte Erika Richter, vicepresidenta de la Sociedad Estadounidense de Asesores de Viajes.
Puede que el hecho de que la nomenclatura incluya la palabra venganza no sea de lo más evocador, pero resume ese concepto de viaje de resarcimiento. Además, se da la circunstancia de que en algunos casos se plantea como un verdadero homenaje en el que no se repara en gastos y se buscan destinos exóticos o de lujo que en otras circunstancias no serían prioritarios.
Es probable que con el tiempo este tipo de viajes que pretenden poner tierra de por medio entre la pandemia y nuestras vidas, se normalicen hasta el punto de no tener que ponerles ninguna etiqueta. Al final, los viajes de venganza no dejan de ser ese tipo de vacaciones que mucha gente ha disfrutado en algún momento de su trayectoria vital sin mediar ninguna situación extrema.
En cualquier caso, los datos de reservas sí que sustentan la tendencia al alza del turismo independientemente del nivel económico o coyuntura. El ansia por viajar agita por igual y solo la situación de cada uno obliga a decantarse por un destino u otro.