OPINIÓN

Loreen destroza a ABBA

La artista hace historia en el Festival de Eurovisión. Consagración absoluta de Suecia en el Festival. Finlandia arrasó en el televoto. Polémicos 5 puntos para España (17ª) entre el público.

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Loreen, con el micrófono de cristal.

Eurovisión nunca defrauda... o sí. No fue el mejor Festival del Siglo XXI. Admitámoslo. Quedémonos con que fue histórico. Loreen se consagra como la diva absoluta. El nombre de Loreen se asociará desde ya con lo más alto de Eurovisión. La primera mujer de la historia que consigue repetir victoria. E iguala al mejor de siempre. A Jonny Logan. El irlandés, culpable de que Australia esté dentro de todo este sarao, también ganó dos veces.

El país de ABBA, de Carola, de Charlotte Nilsson, de Måns Zelmerlöw y de Loreen alcanza las siete victorias. Las mismas que Irlanda. Suecia, donde Eurovisión es una religión, toca la cima. Donde el Melodifestivalen es más seguido que el Mundial de fútbol. Donde disfrutan como nadie con el Festival. Suecia cierra el círculo. De ABBA a Loreen.

Empecemos por el principio. Los presagios no eran buenos. Esta edición iba directa a emular a la de 2022 con un vencedor cuestionable. Se esperaba un Festival monótono, plano y lo fue. Se ciñó al guion. Lo más tenso fueron las votaciones finales. Loreen, que firmó en 2012 unas de los temas más recordados de siempre, era la favorita con una canción a años luz de su joya ‘Euphoria’. Eso lo decía todo. Pese a ello, ganó. Primó el halo de Loreen. El recuerdo de ‘Euphoria’. El ‘Cha Cha Cha’ de Käärijä puso patas arriba Liverpool, Europa y todo el mundo. Era un digno heredero de Lordi. ¡Hallelujah! Fue una actuación tan espectacular que ni el eurofan más receloso podrá ocultar su admiración. Loreen, con esas comentadas uñas, arañó cada voto del público y del jurado. Cantó peor que muchos participantes, pero ganó.

Había mucho candidato sorpresa. Y mucho talento, desprovechado. Francia tenía un tema con posibilidades, pero decidió subir a La Zarra a una especie de larga torre. A mí se me apareció de repente la imagen de Luis Enrique en el andamio de Las Rozas. No sé a ustedes. Ya daba igual que lo hiciera bien o mal. Estaba innecesariamente allí arriba.

Ucrania fue el mundo al revés. Con una actuación más vistosa que con la que ganó la edición pasada. Este año sí que era un digno vencedor. Noruega, mi pequeña debilidad, apostó por un himno de batalla. Por una heroína con capa. Lástima que no cantara igual de bien toda la semana. Y faltaba el unicornio casi ganador de Israel. Noa Kirel estuvo fenomenal. Al más puro estilo diva. Todo el Liverpool Echo Arena vibró al son del poder del ‘Unicornio’.

Blanca Paloma.
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Blanca Paloma.PHIL NOBLEREUTERS

Y si han leído hasta aquí abajo, ya esperan a España. Nos hemos aconstrumbrado a oír Liverpool y pensar en victoria blanca. Así que con Blanca Paloma no podía ser menos. España supo jugar bien sus bazas desde la preselección. Apostar por el director de Wiwibloggs como jurado en el Benidorm Fest era asegurarse repercusión hasta el último segundo de las votaciones. Parecía un buen plan, pero el público nos abandonó como nunca. ¡¡¡5 puntos!!!. Solamente 5 puntos del televoto. Incomprensible. Hubo abucheos por el poco premio. Blanca Paloma tuvo el hándicap de ser la que vino después de Chanel. Eso es cierto. Nunca se estará a la misma altura por muy bien que se haga. Y se hizo bien, muy bien. Hubo esencia, embrujo, bulería y voz. Sobre todo voz. La mejor. Los Pichones estarán orgullosos. España tendrá que hacer tiempo. Si ya llevamos 54 años... Esperaremos a cuando esté listo el nuevo Bernabéu y pueda acoger el Festival. Con algo hay que consolarse.

Loreen es la reina de Eurovisión. Ya por encima de ABBA. Loreen y Eurovisión le robaron el protagonismo al fútbol durante el fin de semana. Hasta Pep Guardiola, que visita este domingo una resacosa Liverpool, tendrá que rendirse a Loreen. Y tendrá que ir cambiando en su playlist a ColdPlay por Loreen. No diga Eurovision, diga Loreen. ¿Habrá una tercera?