Las razones por las que la boda de Tamara Falcó está gafada

Septiembre de 2022. Tamara Falcó e Íñigo Onieva anuncian públicamente que culminarán su relación casándose el 17 de junio de 2023. La aristócrata confirma el enlace en El Hormiguero junto con Pablo Motos y detalla, con signos de emoción desbordada, cómo fue la pedida de mano sin esperar que las placas tectónicas de su relación están a punto de chocar.

No pasaron ni 48 horas desde su colaboración en el programa nocturno de Antena 3 cuando desde Ya es mediodía emitieron un vídeo de Onieva besándose con una mujer en el Festival Burning Man, en Nevada. Pese a que desde el primer momento el empresario y su entorno escurrieron el bulto negando que las imágenes fueran actuales, finalmente se impuso la evidencia y Tamara Falcó decidió cortar por lo sano su relación.

Tamara e Íñigo se convirtieron de repente en uno de los temas de conversación más extendidos por toda España. La trascendencia de la boda unida a la deslealtad de Onieva colocaron a la expareja en el ojo del huracán hasta que en el mes de diciembre se produjo un acercamiento que alimentó los rumores de una posible reconciliación.

Año nuevo, vida nueva

Mientras que casi toda España estaba pendiente del reloj de la Puerta del Sol, Onieva y Falcó acercaban cada vez más sus posturas. Pasada la medianoche, Íñigo era filmado llegando al domicilio de Isabel Preysler para reunirse con la que volvía a ser su familia política. El regreso de la pareja ya era un hecho y los planes de boda estaban de nuevo sobre la mesa, aunque con otra fecha.

Tamara e Íñigo se darán el ‘sí, quiero’ el próximo 8 de julio en el Palacio de El Rincón, un lugar situado en Aldea del Fresno que era propiedad del padre de la marquesa, Carlos Falcó. Allí se celebrará la misa y el banquete de la que sin duda será la boda del año. Sin embargo, Tamara decidió en el mes de febrero, según Semana, vender la propiedad por siete millones de euros a causa del mal estado en el que se encuentra la vivienda.

A vueltas con el vestido

Con los preparativos de la boda ya en marcha, Tamara decidió que su vestido de novia lo iba a manufacturar la firma Sophie et voilá. Todo iba viento en popa hasta que ciertas desavenencias en el proceso hicieron que las diseñadoras rompieran unilateralmente el contrato con Tamara a menos de dos meses del gran día. En un comunicado incluso dejaron caer la posibilidad de que la marquesa de Griñón les estuviera pidiendo plagiar parte de una prenda de otra firma.

Aunque finalmente será Carolina Herrera quien vista a la novia -que la semana pasada hizo sus últimas pruebas en Nueva York-, algunas amigas advirtieron la mala noticia inicial como una señal divina que quería impedir la boda. Según el periodista Darío del Alcázar, varias de estas amistades “rezan a escondidas para evitar la boda” y aprovecharon su viaje a Fátima para “poner velas para que no se case”. Además, el 80% de los votantes de una encuesta emitida por Telecinco opinan en la misma dirección que las amigas de Tamara.

El conflicto con el vestido pudo desembocar en un problema todavía mayor. El menú de la boda será cocinado por el prestigioso chef Eneko Atxa, quien casualmente es primo hermano de una de las trabajadoras de la empresa de moda. Sin embargo, desde su entorno desmintieron que los dos movimientos tuvieran nada que ver. “Es un profesional e independiente. No tiene nada que ver”, manifestaron.

¿Déjà vu?

Por si fueran pocos los problemas que han rodeado a los preparativos del casamiento, Estado de Alarma TV recogió el testimonio de una mujer que aseguraba haber tenido un lío con Onieva en la misma casa de Tamara Falcó. La mujer y el empresario se encontraron en una discoteca, se dieron el Instagram y, a partir de ahí, fue surgiendo presuntamente la magia.

Su testimonio da lugar a pocas dudas. “Me cogió la chaqueta y el bolso y lo puso con la suya para que así tuviera que pedírselo. Cerrado ya Lula y yo borrachilla. Fuimos al baño, ¡imagínate! […] Cogimos un taxi y me llevó a casa de Tamara. A su casa”, contó antes de admitir que Onieva le pidió que se fuera antes de las diez de la mañana, la hora a la que llegaba la señora de la limpieza.

Un robo de película

El último episodio -y uno de los más traumáticos- fue el robo de algunas de las joyas que iban a portar varias invitadas al enlace en plena A-6. Los hechos, que sucedieron el jueves 29 de junio, parecían formar parte de un ataque totalmente organizado por los pasajeros de un Renault Laguna que asaltaron a los joyeros a la altura del término municipal de Las Rozas.

Los ladrones, disfrazados como si fueran agentes de la Guardia Civil, dieron el alto al coche de los joyeros antes de reventar sus ruedas con un hacha para evitar su huida. Pistola en mano, amenazaron a los propietarios de las alhajas para conseguir el ansiado botín. Hasta el momento, ningún sospechoso ha sido identificado ni detenido por los hechos.