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Las confesiones de Gerad Jofra sobre su padre Eugenio: “Fumaba tres paquetes de tabaco diarios”

Su hijo trasladó en una biografía el lado más oscuro y desconocido del humorista, que se ganó el cariño de todos por sus chistes, pero que “murió de pena” tras no superar la muerte de su mujer.

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Las confesiones de Gerad Jofra sobre su padre Eugenio: “Fumaba tres paquetes de tabaco diarios”

¿Cómo un hombre vestido de negro con gafas oscuras y con una actitud fría escondía en su interior las mejores armas para hacer reír a todo lo que se movía? ¿Cómo un niño que quería ser joyero es el pionero de una generación dorada de humoristas? ¿Cómo una estrella que hacía reír a todo el mundo tenía una vida llena de tristeza y desolación? Las respuestas a estas preguntas se encuentran sumergidas en los interiores de las líneas de su biografía escritas por su hijo y en el visionado del documental, que comparten el mismo título: Eugenio.

Una oportunidad para conocer el lado más oscuro de Eugenio Jofra (Barcelona, 1941), uno de los humoristas más reconocidos de la historia de nuestro país que “murió de pena” tras vivir en la sombra una etapa que muy pocos conocían. Llenaba escenarios tanto en España como en países de Sudamérica, acaparaba todas las miradas en televisión, generaba risas de una manera auténtica mezclando chistes en castellano y catalán y vendía millones de casetes de chistes en gasolinera. Argumentos suficientes para vivir instalado en el éxito, aunque su disfraz de humorista ocultaba una realidad turbia.

El fenómeno Saben aquell que diu... se hizo notar en toda España durante la década de los 80 y 90, pero dejó de retumbar porque el protagonista tuvo que lidiar con una serie de problemas que en aquella época era algo tabú para la sociedad mundial. La salud mental se convirtió en el peor enemigo de Eugenio, tal y como recoge la biografía escrita por su hijo, Gerard Jofra. El humo de su cigarrillo Ducados dejó de invadir espacios por culpa de una grave pérdida de la que nunca pudo recuperarse.

“Era un hombre derrotado que caminaba hacia la devastación”

Su mujer Conchita Alcaide, con la que tuvo tres hijos (Gerard, Yvens y Eugeni) y con la que compartió los mejores momentos de su vida y hasta incluso escenario, donde estuvieron muy cerca de representar a España en Eurovisión, falleció a los 40 años por culpa de un cáncer de mama. Un inesperado adiós que “rompió el mundo” del humorista cuando estaba en su mejor momento.

“Fue un antes y un después, llegó la pena. Y con ella el estrés, las fiestas, el alcohol, el tabaco, las mujeres, la noche, más tabaco, el dinero, la depresión... En la cara A de su historia particular, Eugenio seguía haciendo reír aparecía en la prensa rosa como el soltero de oro de España, era un rostro habitual en la tele, salía en el Un, dos, tres y hasta protagonizaba su propia película. En la cara B, era un hombre derrotado que caminaba irremediablemente hacia su devastación”, contó Gerard en una entrevista con El Mundo. A los 40 años era viudo y con dos hijos a su cargo.

La ansiedad la paliaba con hasta tres paquetes de tabaco diarios, sorbos y sorbos de alcohol y rayas de cocaína. “Todos tenemos nuestros demonios. Él había sufrido ya un infarto y no se portaba bien. Fumaba tres paquetes diarios, tomaba sus carajillos y su whisky, coca también, pero jamás perdió los papeles. Yo jamás le vi borracho, pero es cierto que en los últimos años de su vida perdió su yo. Le miraba a los ojos y ya no le reconocía, no era él. Estaba atrapado por la pena y entró como elefante en cacharrería”.

Cuando nació su primera nieta, allá por el 2001, tomó una drástica decisión que le trasladó a sus hijos. El humorista no quería seguir más tiempo en la vida, y tristemente sus deseos se cumplieron. Al día siguiente, la llama de Eugenio Jofra se apagó para siempre tras “morir de pena” con tan solo 59 años.