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La turbulenta vida de John Travolta: muertes, escándalos, chantajes y excentricidades

El actor ha tenido que lidiar a lo largo de su trayectoria vital con episodios muy dolorosos que se han ido entrelazando con una carrera cinematográfica repleta de altibajos.

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John Travolta durante la 14° edición del Festival de Cine de Roma, Italia. Octubre 22, 2019.

La vida de John Travolta (68) es una auténtica montaña rusa de emociones de la que el actor no ha sido capaz de bajarse en las últimas cinco décadas. Golpeado duramente por los avatares del destino y acorralado por algunos episodios polémicos, el actor con raíces italianas e irlandesas ha estado abonado de una manera u otra al drama.

Con poco más de 20 años, a mediados de la década de los setenta, Travolta irrumpía en la industria cinematográfica con fuerza gracias a La lluvia del diablo (1975), Carrie (1976) y El chico de la burbuja de plástico (1976), donde conoció a Diana Hyland, actriz 18 años mayor que él con la que mantenía una relación en el momento de su fallecimiento, un año más tarde, víctima de un cáncer de mama.

Travolta tenía 23 años y ya comenzaba a experimentar en sus propias carnes los sinsabores de una vida que le tenía reservadas todavía muchas sorpresas. La primera de ellas Fiebre del sábado noche, la cinta que le lanzó al estrellato en 1977 y que le hizo convertirse en uno de los actores más jóvenes en ser nominado a los Premios Oscar por su inolvidable interpretación de Tony Manero.

Enrolado en la Cienciología casi desde el momento en que puso el pie en Hollywood por primera vez, John Travolta parecía no tener límites tras sumar a su filmografía Grease (1978), pero una serie de malas decisiones, como rechazar papeles protagonistas para American Gigolo y Oficial y caballero, hicieron que todo se torciera y Travolta comenzó encadenar papeles prescindibles que amenazaban seriamente con sepultar una prometedora carrera.

Hasta que llegó Quentin Tarantino al rescate con Pulp Fiction (1994) para ofrecerle una segunda oportunidad al actor, que se agarró a ella con todas sus fuerzas. ¿El resultado? Una nueva nominación en su haber y la oportunidad de recuperar el estatus perdido. Casado desde principios de la década a Kelly Preston y con aires renovados, Travolta volvió a cosechar otro éxito gracias a Cómo conquistar Hollywood (1995), pero volvió a las andadas para perderse en una suerte de películas irrelevantes de las que no ha conseguido desprenderse hasta la fecha.

Cierto es que no puede decirse que al actor le haya faltado trabajo y durante un tiempo estuvo abonado a las superproducciones de acción, pero lo mejor de su filmografía es un lejano recuerdo. Y para colmo, Travolta no ha encontrado un respiro en el terreno personal.

Justo cuando Tarantino llamaba a su puerta, John Travolta y Kelly Preston recibían la noticia de que a su hijo Jett, nacido en 1992, le habían diagnosticado el síndrome de Kawasaki, aunque el propio actor también revelaba que tenía un cierto nivel de autismo y que sufría convulsiones, que años más tarde resultarían fatales. Y es que en en 2009, durante las vacaciones navideñas que la familia en las Bahamas, Jett tuvo un accidente en el baño que le acabaría costando la vida por un traumatismo en la cabeza. Este jueves habría cumplido 30 años y el actor lo recordó en sus redes sociales.

El episodio trágico se agravó al ser objeto Travolta de un intento de chantaje por uno de los sanitarios que atendieron a su hijo y su abogado, que le amenazaron con implicarle en la muerte del joven por desatención. Y, aunque el actor inició una batalla legal en su defensa, al final desistió de llegar al fondo del asunto para ahorrarle más sufrimiento a la familia.

Rumores y demandas

Y no es el único litigio que ha librado Travolta, al que desde casi siempre le han acompañado rumores más o menos insistentes sobre su supuesta homosexualidad. En 1991, la revista Time publicaba un artículo sobre la Cienciología en el que se afirmaba que Travolta temía abandonarla para evitar que salieran a la luz presuntas relaciones que el actor habría mantenido en el pasado.

Por otro lado, en 2006, la revista The National Enquirer publicó una fotografía de Travolta besando a otro hombre que volvió a reavivar viejos rumores, mientras que en 2012 el actor tuvo que hacer frente hasta a tres demandas interpuestas por abusos sexuales y por ofrecer dinero a cambio de mantener relaciones sexuales. Todas ellas a cargo de masajistas. Las referentes a los abusos sexuales fueron desestimadas mientras que la restante fuer solventada con un acuerdo para evitar la celebración del juicio.

No menos sorprendente es la historia de Douglas Gotterba, un piloto de avión que trabajó para Travolta, y que también aseguró en su momento que vivió un romance con el actor durante seis años. Una historia que pensaba a plasmar en un libro y que sin embargo nunca llegó a ver la luz, entre otras cosas, porque Travolta también recurrió a la justicia para evitarlo.

No obstante, mientras todo lo concerniente a su vida sexual no dejan de ser meras especulaciones, el último varapalo nada tiene que ver con la rumorología y sí con la cruda realidad, que devolvió al actor casi a la casilla de salida treinta años después. Y es que a la pérdida de su primera novia conocida y a la de su hijo, Travolta tuvo que enfrentarse en julio de 2020 a la muerte de su mujer, Kelly Preston, también víctima de un cáncer de mama.

“Con todo el dolor de mi corazón os informo que mi preciosa esposa Kelly ha perdido su batalla contra el cáncer de mama que libraba desde hace dos años. Luchó valientemente con el amor y el apoyo de muchos (...). Voy a tomarme algo de tiempo para estar con mis hijos que han perdido a su madre, por lo tanto, disculpadme por adelantado si no tenéis noticias más durante un tiempo”, anunciaba Travolta tras producirse el luctuoso desenlace.

Y en esas anda, pendiente de los otros dos hijos que tuvo junto a su mujer y sin ningún proyecto a la vista, aunque muy centrado en una pasión que cultiva desde su juventud: volar. El actor ha conseguido recientemente una nueva licencia que añadir a las que ya poseía y que le permiten pilotar incluso en vuelos comerciales. Una afición que puede alejarle definitivamente de la interpretación. Pero con Travolta nunca se sabe. Puede que aún nos regale una última andanada de talento.