La mansión encantada que ha vendido Brad Pitt por 40 millones de dólares

Brad Pitt está de enhorabuena, pero no por el estreno de una nueva película, sino por un movimiento inmobiliario con el que aumentará su fortuna. El protagonista de grandes producciones como Troya, Fight Club o Babylon, entre otras, ha vendido una mansión de 500 metros cuadrados, situada en el barrio de Los Feliz en Los Ángeles, por más de 40 millones de dólares. Un negocio redondo, dado que él mismo compró esta propiedad a la actriz Cassandra Peterson por 1,7 millones de dólares en la década de los 90.

Esta propiedad cuenta con todo tipo de comodidades y prestaciones, aunque cuenta con un detalle que muchos no se imaginarían. Esta vivienda está encantada debido a los “fenómenos inexplicables” que se producen en sus interiores, tal y como reconoció Cassandra. “Aquí han pasado cosas que no sabemos explicar”. De hecho, la intérprete afirmó que en dicha mansión se albergaban orgías, y por ello, se instauró el sonido de los tacones de una mujer en los interiores de la casa.

“Vi el cuerpo de una mujer en una piscina y a un hombre pegado a una chimenea. No estaba drogada porque mi marido y los empleados domésticos también lo vieron”. El hecho de que está vivienda estuviese encantada no fue un impedimento para que Brad Pitt desembolsase una cantidad millonaria para comprar esta mansión. “Le pareció fantástico”. La vendedora de esta propiedad aconsejó al actor la contratación de un sacerdote para espantar los fenómenos paranormales ubicados en los interiores.

“Le dejó vivir gratis hasta que murió”

Cabe recordar, que un hombre de 90 años, que desafortunadamente se quedó viudo por la muerte de su mujer, vivió en esta vivienda hasta que cumplió 105 años. Además, el actor formalizó un acuerdo con el anciano en el que le permitía instalarse en la vivienda sin ningún tipo de coste hasta el día que muriera.

“Sé que Brad le dejó vivir allí sin pagar nada hasta que murió. Fue un poco divertido porque John vivió hasta los 105 años. Estaría pensando que cuando le dije que podría vivir allí hasta que muriera, pensaba que podría ser en cualquier momento”.