La humorista Nerea Pérez de las Heras narra cómo es su vida tras amputarle una pierna

“Me encuentro regular. Esto es un rato bien, un rato mal, un rato regular”. Así es la nueva vida de la humorista Nerea Pérez de las Heras, tras sufrir un aparatoso accidente en el mar que derivó en que le fuese amputada parte de una pierna.

De las Heras, la que fuera colaboradora de Las que faltaban, el programa de humor de Movistar Plus+ en el que participaba junto con Susi Caramelo, Eva Soriano o Thais Villas, tuvo un percance el pasado verano con la hélice de la lancha en la que viajaba que la llevó a pasar por quirófano varias veces hasta finalmente perder parte de la pierna, lo que, como ella misma reconoce, le ha cambiado la vida.

“El cuerpo se tiene que hacer y los ritmos del cuerpo son muy lentos”, contaba también durante la presentación de la nueva serie de Sofía Vergara, Griselda, a la que acudía como espectadora. Como ella misma explicaba, esos ritmos van más despacio que los de la vida y el trabajo, “que son muy rápidos”.

“Buscar el equilibrio”

Durante estos meses no ha estado sola y ha sentido el apoyo de su familia, pareja y amigos. “Tengo una suerte inmensa, estoy muy bien pertrechada y muy bien apoyada por mucha gente. He tenido una suerte increíble, la gente se ha vuelto, cómo decirte, mucho mejor. No era consciente de la novia tan guay que tenía, las amigas tan guais que tenía, las hermanas, la familia tan guay”.

Una nueva etapa vital para la que muestra energías y que está poniendo todo de su parte. “Hay que buscar el equilibrio y voy tirando”. Eso sí, reconoce que las ciudades como Madrid no están preparadas para las personas que viven esta realidad. “Cada milímetro de la ciudad es imposible, es invivible desde una dependencia”.

Y reconoce que, desde su posición de persona conocida, está intentando aprovechar para ayudar a los demás. “Me preguntan mucho sobre la visibilidad, yo es que no visibilizo, yo existo. Como soy autónoma, me toca existir en el ojo público, trabajando, así. Y a quien pueda ayudar esto, pues siempre está bien, no solamente en circunstancias parecidas a la mía, sino con otras circunstancias que hacen que el mundo, los curros, la ciudad, el entorno, no esté a tu ritmo”, relata, sin “endulzar algo que es un cambio horroroso”.