La exnovia de Zverev acusa al tenista de intentar comprar su silencio
En una entrevista al medio alemán Süddeutsche Zeitung, Brenda Patea ha roto su silencio para dar su versión de los hechos por los que el tenista ha sido condenado.
La condena que Alexander Zverev recibió hace unos días por parte del Tribunal de Distrito de Tiergarten por haber agredido a su expareja ha servido para que la víctima haya roto su silencio en una entrevista en el medio alemán Süddeutsche Zeitung. Tres años después de los hechos, Brenda Patea ha contado lo tomentosa que fue su relación con el tenista y le ha acusado de intentar comprar su silencio.
Patea empieza la conversación explicando por qué tardó un año y medio en denunciar una agresión que sucedió en mayo de 2020. Apuntando al miedo a los abogados y a la opinión pública como argumento y a la “preocupación” por el estado del hijo que tiene en común con Zverev, Brenda habla ahora para dar ejemplo a otras mujeres. “No quiero que me silencien”, asegura.
Los dos estaban en un apartamento de Berlín cuando, en medio del pasillo, empezaron a discutir. Zverev, según atestiguan los documentos judiciales, empujó a Patea contra la pared y la estranguló. Dos amigos de la modelo corroboraron la versión, al igual que el Ministerio Público después de haber sometido a Brenda a un exhaustivo examen psicológico.
Petición de matrimonio y un contrato de confidencialidad
Tan solo unos días después de la agresión, Patea cuenta cómo Zverev incluso llegó a pedirle matrimonio. Pese a ello, la relación no tardó en romperse, pues se había convertido en un altibajo de “momentos íntimos, celos, enloquecimiento, violencia y reconciliación”. Cada uno por su lado y el bebé de ambos, por cuya custodia única batalla la modelo en los tribunales, en los primeros meses de gestación.
En 2021, los abogados del tenista le presentaron a su expareja un contrato de nueve páginas para garantizar la estabilidad del hijo de ambos. Contemplaba un pago de 100.000 euros, una manutención y el derecho a vivir en una de las propiedades de Zverev. Todo ello, siempre y cuando Patea viajara al menos seis veces con su hijo a torneos de la gira ATP, borrar todas las publicaciones con el menor de las redes sociales y “guardar el más escrito secreto de todos los detalles de su vida anterior juntos”.
Todavía quedaba una cláusula más en el contrato, pero necesita de un poco más de información. La acusación -ahora confirmada en sede judicial- de Patea no era la primera denuncia que Zverev recibía por violencia de género. Olga Sharypova, la anterior novia del tenista, le acusó de ser violento con ella en el Masters 1000 de Shanghái. Al igual que en este caso, Zverev negó los hechos e incluso una agencia independiente elaboró un informe en el que la ATP se basó para concluir que no se había infringido ninguna regla.
Volviendo a las condiciones contractuales, el borrador impedía también toda comunicación entre Sharypova y Patea. La modelo germano-rumana, como demuestran sus palabras en la entrevista, no solo no quiso firmar, sino que intentó contactar con Olga, aunque esta ha rechazado todas las oportunidades que se le han brindado para hacer público su testimonio.