JUSTICIA

La ‘estrategia’ que siguieron los Mossos para detener a Dani Alves

Como recoge ‘Nius’, la policía autonómica esperó el regreso del futbolista por el fallecimiento de su suegra para llevarle a prestar declaración.

Soccer Football - Liga MX - Pumas UNAM unveil new signing Dani Alves - Mexico City, Mexico - July 23, 2022 Pumas UNAM's Dani Alves during the unveiling REUTERS/Luis Cortes
Soccer Football - Liga MX - Pumas UNAM unveil new signing Dani Alves - Mexico City, Mexico - July 23, 2022 Pumas UNAM's Dani Alves during the unveiling REUTERS/Luis CortesLUIS CORTESREUTERS

Continúan saliendo informaciones referidas al entramado de Dani Alves. El futbolista sigue en la cárcel de Brians 2, el lugar al que fue trasladado después de su paso por Brians 1, a la espera de que se celebre el juicio por la presunta agresión sexual a una joven de 23 años el pasado 30 de diciembre en la discoteca barcelonesa de Sutton.

Casi un mes después, su vida ha dado un giro de 180 grados. De ser observado por ojeadores de fútbol, ha pasado a ser investigado por los Mossos d’Esquadra, quienes han seguido sus pasos muy de cerca, y que no dudaron en aprovechar su regreso a España desde México -donde jugaba con su equipo, los Pumas- para proceder a su detención, cumpliendo así la voluntad de la Unidad de Agresiones Sexuales, tal y como ha publicado Daniel Montero en ‘Nius’.

Las pruebas contra Alves

Alves abandonó Barcelona entre el 1 y el 2 de enero, un momento en el que la víctima presentó la denuncia ante los Mossos. La investigación quedó totalmente reservada para evitar el riesgo de que el futbolista fuese conocedor de que le estaban observando con lupa. Mientras, se pusieron manos a la obra, recogiendo pruebas como las declaraciones de la víctima, las de las mujeres que la acompañaron a la fiesta (incluyendo el mensaje del chef y amigo de Alves, quien escribió a una de ellas “para cualquier cosa que necesitásemos”), así como el testimonio de varios trabajadores, las imágenes obtenidas de las cámaras de seguridad del local, el informe clínico firmado por los médicos de Urgencias del Hospital Clínic y el atestado rubricado por los Mossos que acompañaron a la joven al hospital.

Ya con todas las pruebas sobre la mesa, solo faltaba que el brasileño regresase a España, donde vive parte de su familia, para así poder detenerle. De hecho, fue el mal estado de salud de su suegra y madre de Joana Sanz, el que hizo que volviera antes de lo previsto. Fue entonces cuando los agentes le informaron de que, por protocolo, debía personarse ante las autoridades para prestar declaración, a lo que la defensa del jugador pactó que el trámite fuera en privado, en lugar de que los agentes se presentaran en su vivienda.

Su suegra falleció el viernes, y Alves fue trasladado a la comisaría, donde pudo prestar declaración, y de ahí fue puesto a disposición judicial, donde la magistrada vio cómo su relato había cambiado en varias ocasiones, mientras que el de la víctima fue “contundente” y “persistente”. Eso llevó a la jueza a decretar prisión provisional sin fianza.

El jugador del FC Barcelona, Dani Alves, a su salida los calabozos de la Ciudad de la Justicia hacia la cárcel Brians 1 de Sant Esteve Sesrovires (Barcelona). EFE/ Enric Fontcuberta
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El jugador del FC Barcelona, Dani Alves, a su salida los calabozos de la Ciudad de la Justicia hacia la cárcel Brians 1 de Sant Esteve Sesrovires (Barcelona). EFE/ Enric Fontcuberta Enric FontcubertaEFE

Los Mossos grabaron a la víctima por error

Tal y como ha informado ‘El Periódico’, el 30 de diciembre, y tras la agresión, la víctima fue atendida por los Mossos d’Esquadra, quienes grabaron involuntariamente a la joven por medio de la cámara unipersonal que llevaba uno de los agentes en el pecho.

Unas imágenes en las que se ve a la joven de 23 años llorando, nerviosa, y declarando que había sido agredida sexualmente por Dani Alves, siendo estas las primeras declaraciones que hacía tras los hechos.