La dueña de Don Super Pollo y su experiencia en ‘Pesadilla en la cocina’: “No ponen cosas ahí”
Helena, ‘mami.de_tres’ en TikTok, ha contado que no hay un guion en el programa, y ha asegurado que “no te ponen suciedad” en el restaurante.
El mundillo de la cocina está creciendo en la televisión, y eso se debe a programas que tratan sobre ella. Una serie de programas como ‘Pesadilla en la cocina’, que ha dado el salto de la televisión convencional a Netflix, donde se pueden ver ocho temporadas llenas de restaurantes que dan un giro radical a sus negocios.
Con esta llegada a Netflix, una de las tres socias de Don Super Pollo, Helena, ha hablado a través de su perfil en TikTok, donde cuenta con casi 500.000 seguidores, sobre su experiencia en ‘Pesadilla en la cocina’ junto a Alberto Chicote, con quien grabó hace dos años.
La joven ha recurrido a su perfil de TikTok, ‘mami.de_tres’, para responder a algunas preguntas de sus donde ha señalado que no hay un guion que seguir: “Hay un timming, porque el tiempo es muy preciado. De 9 a 10 de la mañana Alberto se sentará con Helena. De 10 a 12 horas Helena se pondrá en el servicio de cocina. De 12 a 13 horas grabaremos totales...”.
Además, ha querido hablar, entre otros temas, sobre si el programa cambia cosas para resaltar “problemas” de un restaurante. “Nadie dice lo que tenemos que hablar. Ellos no ponen cosas ahí, no te meten una rata muerta ni te ponen suciedad. Esas cosas existen”.
Helena también comenta que no participan actores, sino figurantes: “Son figurantes. Ponen un anuncio: ‘Oye, ¿queréis comer gratis?’. Y en España gratis y comer...”. Además, revela que no dicen nada a estos figurantes sobre qué decir o cómo reaccionar.
Sobre Alberto Chicote, la dueña del restaurante especializado en carnes y pollos a la brasa, señala que no sabe cómo es personalmente: “No lo puedo decir. Es que Alberto solo se relacionaba con nosotros en las escenas en las que él salía. Cuando él no salía en escena, no estaba”.
Por último, también habla de cómo fue la grabación del programa: “Trajeron unos biombos. Ellos llegan el domingo, les damos las llaves y montan en una esquina del restaurante con biombos, sillas, con pantallas donde están los de sonido, los guionistas, los productores, la directora y Alberto, que está ahí con su maquillador. Cuando decían corten, él se iba. No te puedo decir si es majo o no”.