La confesión de Pedro Duque a Joaquín sobre el olor ‘valenciano’ del espacio

Tres días después de la emisión de la última entrega de Joaquín, el Novato, Antena 3 ha desvelado una parte de la conversación entre el futbolista del Betis y el astronauta Pedro Duque en la que el exministro le confesaba el olor del espacio.

“¿Huele a algo el espacio?”, preguntó el gaditano en un tramo de la conversación que fue recortado del programa. “Hay una cosa que verdaderamente te llama la atención. Tú vas en una nave y tú vas a engancharte en otra que es la estación. Plam, se enganchan. Cada una tiene una puerta y en medio está el vacío. Lo llenas con aire y abres las dos puertas y ya puedes pasar. Estas puertas tienen un olor especial y ese olor especial es un olor de Valencia”, adelantó el ingeniero aeronáutico ante el asombro de Joaquín.

“Huele a pólvora quemada. Huele a después de la Mascletá”, zanjó Pedro Duque en una charla que tuvo lugar precisamente en la capital del Turia. Sin embargo, primer español en llegar al espacio no explicó a qué se debía este aroma o, si lo hizo, Antena 3 no lo ha emitido.

El verdadero olor del espacio

El olor del espacio es un asunto que trae cola entre los astronautas, pues ni siquiera ellos son capaces de alcanzar un acuerdo sobre la fragancia que desprende. Según una noticia de la Cadena SER en la que toma como referencia la opinión de Tim Peake, un navegante espacial que había estado seis mes en la Estación Espacial Internacional, el olor se debe al rastro que dejan las estrellas fugaces.

“Se ha comparado el olor con el de un bistec a la plancha, metal caliente o gases de soldadura”, entre otros. Sin embargo, ese aroma podría no ser el del espacio en sí mismo, sino el de los elementos con los que están en contacto los astronautas y que también tienen una exposición al vacío, como los trajes o las puertas de las que hablaba Pedro Duque.

La Academia Australiana de Ciencia mantiene la misma teoría, aunque añade otros olores como las “pastillas de freno, gallegas de almendra quemadas o nueces”. La explicación que aporta se divide en dos teorías: una contempla una reacción química que sucede al represurizar la nave y que hace que el olor se quede pegado a las superficies, mientras que la otra señala a la energía liberada por las estrellas muertas.