Kit Harington habla de su trastorno de TDAH tras ‘Juego de Tronos’: “No puedo lidiar con eso”
El actor británico ha confesado que, además de tener una adicción al alcohol, le diagnosticaron TDAH: Me pongo increíblemente ansioso”.
La serie de ‘Juego de Tronos’ pasará a la historia como una de las mejores, a pesar de que su final generó un sinfín de críticas. Una trama por la que actores como Emilia Clarke (Daenerys Targaryen) o Kit Harington (Jon Nieve) vieron cómo sus nombres eran catapultados a lo más alto de la fama.
Precisamente el último, Kit Harington, ya confesó que tras el final de la serie tuvo que ingresar en una clínica de rehabilitación debido a la adicción al alcohol que desarrolló ante el cambio que experimentó en su vida por la serie de HBO. Por suerte, ya está totalmente recuperado de todos sus problemas de salud.
Su adicción no vino sola. El propio actor ha querido confesar, en una extensa entrevista concedida a ‘The Times’, que los médicos le diagnosticaron TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad) mientras estaba rehabilitándose. Un trastorno por el que rechazó toda ayuda al principio, tratando de solucionarlo por su propia cuenta, a pesar de que “no funcionó hasta dentro de unos cuatro años”.
Su adicción al alcohol y un trastorno de TDAH
Respecto a su TDAH, el actor británico señala que su cabeza “quiere ocuparse de todas las demás cosas de la habitación a la vez”, lo cual le ha afectado mucho en su trabajo en la interpretación: “No hago bien varias tareas a la vez. Si hay más de una cosa pasando por mi cabeza, me siento abrumado. Me pongo increíblemente inquieto, ansioso. Mi cabeza está por toda la habitación. No puedo lidiar con eso”.
Su papel de Jon Nieve no le fue de ayuda, sino que le llevó a caer más bajo en su adicción: “La gente me trataba como al personaje, que era un héroe y bueno. Pero en mi vida, personalmente, no me sentía así en absoluto. Y eso, creo, me dejó algún tipo de trauma. Estaba bebiendo mucho. Estaba pasando por una adicción y todo lo que eso implica y escondiendo cosas de todo tipo. Y ese era el polo opuesto del personaje”.
“El problema era que entonces no era solo social. Nada me gustaba más que beber solo porque me sacaba de mí mismo. Me sacaba de ese espacio mental, me sacaba de esa ansiedad al instante”, ha añadido Kit Harington.