‘Joyería Alegre’, así es el lugar donde se fabrica el trofeo de la Copa del Rey

La Joyería Alegre es la encargada de preparar la Copa del Rey. No solo la Copa, también la Liga, la Supercopa, así como todos los trofeos femeninos y de otras federaciones deportivas. Federico Alegre está al frente de la misma. Es la tercera generación. Federico es cercano, sencillo, que forma parte del espectro deportivo de este país. Alegre arranca el 13 de octubre de 1940, sigue en la calle Espoz y Mina y son un referente en trofeos.

Pero no solo hace trofeos, también las insignias de oro y brillantes que entrega la RFEF tanto en reconocimientos especiales como cuando debutan los/las internacionales con la Selección absoluta.

La Copa está en la Federación desde principios de esta semana y ha viajado a Sevilla en las últimas horas. Preparadísima para ser entregada al Athletic Club de Bilbao o al Mallorca. La última fue para el Madrid. Hace un mes Federico la recogió del Bernabéu y le entregó una un poquito más pequeña para poner en el museo. Esta Copa del Rey es relativamente nueva, sólo tiene tres chapas de campeones, la última en propiedad la tiene el Barcelona. “La Copa se la queda en propiedad el equipo que consigue tres seguidas o cinco alternas. Cuando la consigue un equipo, el contador vuelve a cero para todos”, nos cuenta Federico.

Y también están en Sevilla las medallas que se darán a los campeones. “Ahora no se dan réplica de la Copa, se dan medallas. Es verdad que me llaman algunos jugadores y me piden réplicas para su colección privada. Pueden ser a tamaño original, más pequeñas de unos 40 centímetros o aún más chiquititas”, secreto que nos confiesa Federico siempre desde la discreción que le caracteriza.

La Copa que rompió Ramos

Si hay un momento que Federico guarda en la retina con la Copa fue la noche en la que a Ramos se le cayó del autobús y quedó inservible. Fue el 20 de abril de 2011. Hacía 18 años que el Madrid no ganaba el trofeo. Federico recuerda esa noche como si fuera hoy: “En todas las finales siempre llevo una Copa de repuesto, por si acaso, llevé otra a Valencia, por supuesto. No pasó nada y la metí en el coche para volver a Madrid. Cuando me faltaban 100 kilómetros para llegar, escuché por la radio que se le había caído a Ramos. Así que aceleré y me fui directo al Bernabéu. Cuando llegó el autobús bajó Agustín Herrerín, el delegado entonces, con Dudek y la Copa tapada con una bandera del Madrid para que no se viera. Me dijo: “Ya estás aquí”. Nos fuimos a su despacho y le entregué una copa nueva para llevar a las instituciones al día siguiente. Así que problema solucionado”.

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Reclamo en el museo

De él también surgió la idea de qué hacer con la Copa destrozada: “Le dije a la Federación que hicieran lo que quisieran con la Copa, menos arreglarla. Les sugerí que se quedara en el Museo y que sería lo más fotografiado, como así es o que se subastara y el dinero obtenido se donara. Al final, la Junta Directiva presidida por Villar en aquel momento, decidió que se quedara en el Museo”. Y ahí sigue, donde como auguró, es uno de los grandes reclamos.

El sábado, Federico estará en Sevilla pendiente de la Copa y de que todo salga según lo previsto. Si tiene que salir al rescate saldrá. La Joyería Alegre es un referente de nuestro deporte, donde la alegría y la celebración siempre está unida a su marca.

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