Hayden Panettiere habla por primera vez de su adicción al alcohol y las drogas

Hayden Panettiere lleva más de dos décadas en el mundo artístico. Con tan solo once años, la actriz ya deslumbraba como estrella juvenil en varias de las ficciones más exitosas de Estados Unidos, aunque su consagración llegó de la mano de series como ‘Heroes’ o ‘Nashville’ que la colocaron en la orbita internacional. Sin embargo, varios dramas personales le obligaron a retirarse del foco mediático cuando se encontraba en el punto más álgido de su carrera. Ahora, la estadounidense, de 32 años, se anima a hablar por primera vez de su adición a las drogas y el alcohol.

Ha sido durante su última entrevista para la revista ‘People’ donde Hayden Panettiere se ha animado a hablar sin tapujos sobre este tema. “Estaba en la cresta de la ola y lo arruiné”, comienza diciendo. “A los quince años me ofrecieron pastillas de la felicidad. No tenía ni idea de que aquello no estaba bien, ni de la puerta que me iba a abrir a las adicciones”, se lamenta. “Me aliviaba que durante los rodajes las cosas funcionaban, pero fuera de ellos, las cosas estaban fuera de control. No podía vivir sin el alcohol y las drogas”, continúa confesando.

El camino para alejarse de sus adicciones no ha sido nada fácil, tal y como explica en declaraciones para el citado medio. Hayden Panettiere cuenta está muy orgullosa de poder hablar de esta forma de su pasado sin avergonzarse de ello. “No ha sido fácil. Ha habido muchas idas y venidas. No me avergüenzo, y creo que la vida me dará una segunda oportunidad”, dice. “Es una batalla cotidiana, realmente lo es. Pero estoy agradecida de decir que estoy sobria hoy”, concluye.

Renunció a la custodia de su hija

Hayden Panettiere dice que sus problemas con las adicciones se agudizaron en el año 2014 cuando la actriz se encontraba grabando embarazada la serie ‘Nashville’. Y es que después de dar a luz a su hija Kaya, entró en una depresión. “Fueron años duros. No tenía la impresión de querer cuidar a mi hija, no quería pasar tiempo con ella. Dejé de beber en el embarazo, pero luego recaí. Fue una etapa gris en mi vida”, confiesa.

Respecto a su relación con el padre de su hija, cuenta: “Él no quería estar conmigo, yo tampoco quería estar conmigo. Con los opiáceos y el alcohol me sentía feliz por algún momento, pero cuando se acababa me sentía incluso peor que antes de tomarlos. Era un ciclo de autodestrucción”. La situación era tan insostenible que la actriz tomó la decisión más difícil de su vida: renunciar a la custodia de la pequeña Kaya. La menor se fue a Ucrania con Klitschko. “Quería ser buena padre para ella, y eso al final implicaba dejarla ir”, dice.