El desayuno de Grison, de ‘La Revuelta’, para perder 10 kilos en dos meses: “Proteínas de alto valor biológico”
El colaborador del espacio presentado por David Broncano se sometió al Reto Men’s Health, que le permitió estilizar y tonificar su figura como nunca antes.
‘La Revuelta’ se ha establecido como uno de los programas más vistos y exitosos dentro de la pequeña pantalla nacional. Gracias a su estilo desenfadado y alegre, muchos son los espectadores que se han enganchado al programa presentado por David Broncano y grabado en el Teatro Príncipe.
Sin embargo, el éxito del espacio estrella de La 1 no radica únicamente en la popularidad y el renombre de su presentador, sino también en el trabajo de todo el equipo que lo acompaña y que hace posible que ‘La Revuelta’ sea el programa que conocemos. De esta manera, una de las figuras más destacadas es Grison, quien, junto a Ricardo Castella, conforma el trío de personalidades que protagoniza cada emisión del formato.
Grison, cuyo nombre real es Marcos Martínez, es un conocido beatboxer y colaborador televisivo. Acompaña a David Broncano desde los tiempos en los que se emitía ‘La Resistencia’ en Movistar+ y, en la actualidad, se ha consolidado como uno de los rostros más conocidos de la televisión en España.
Hace varios meses, el madrileño se sometió al Reto Men’s Health. Su objetivo no era otro que quemar grasa, bajar unos hilos, coger músculos y lucir espectacular en la portada de dicha revista… Y lo consiguió. En apenas dos meses, Grison fue capaz de perder 10 kilogramos de peso corporal y esculpir una figura tonificada, musculada y con un porcentaje graso reducido.
Los dos desayunos de Grison
En el proceso, el colaborador de ‘La Revuelta’ tuvo que hacer frente a numerosos cambios en su rutina diaria, una rutina en la que el entrenamiento físico y la alimentación saludable se convirtieron en elementos fundamentales. De esta manera, Roberto Oliver, nutricionista clínico de alto rendimiento y experto en nutrición de Men’s Health, le pautó dos desayunos a Grison: uno salado y uno dulce, y ambos con “proteínas de alto valor biológico”.
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La opción dulce incluye café con leche, avena endulzada con edulcorante y miel, uno o dos huevos y 20 gramos de frutos secos; mientras que el desayuno salado está compuesto por café con leche, una tostada de pan integral con tomate y aguacate, y una fuente de proteína entre pavo, jamón, huevo o atún.
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