Gastronomía

Chef Jordi Cruz: “El agua en el que se cuece la pasta nunca lleva aceite, en Italia no os lo perdonarían”

El chef catalán ha enseñado a través de redes sociales cómo debe prepararse la pasta, desmintiendo algún que otro mito sobre su cocinado.

Jordi Cruz.
Carlos Alvarez
Sergio Murillo
Nació en Santa Marta de Tormes en 2001 y creció entre Guadalajara y Badajoz. Amante de la literatura, estudió Periodismo en la URJC. Se estrenó como jefe de Cultura en El Generacional. Ha sido corresponsal para El Estilo Libre y conductor de informativos en Cadena COPE. Entró en Diario AS en 2023 como redactor en Actualidad.
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El Mediterráneo gira en torno a un plato de macarrones. Desde que la cocina italiana se tornó universal, la pasta representa uno de los símbolos gastronómicos de Occidente; nadie duda que los espaguetis, así como cualquier plato de su familia culinaria, protagonizan algunas de las recetas más repetidas entre los fogones de medio planeta. Tiene sentido. Existe en el imaginario colectivo la idea de que la elaboración de un buen plato de pasta es simple, propia de universitarios y solteros; pero no. La realidad es que un excelente resultado exige un alto grado de detalle y, en muchas ocasiones, matar algún que otro mito popular.

Así lo apunta Jordi Cruz, laureado cocinero español y comandante de ABaC, restaurante de Barcelona que cuenta con tres estrellas Michelin. En un reciente vídeo compartido a través de Instagram ha sorprendido a sus numerosos seguidores al enseñar cómo se preparan unos espaguetis. "Cinco errores que no puedes cometer cuando cocinas pasta. El último es el más habitual y el que genera más controversia", inicia. Nada de esferificaciones, nada de florituras. Y acabó resignificando algo que todos creían aprendido.

“Si no metemos nada, mejor”

“Cosas importantes”, dice, listo para enumerar. El primer asunto no es otro que el agua. “Tiene que haber bastante agua. Por cada 100 gramos, que es lo que tengo aquí, tiene que haber un litro de agua más o menos”, dice, mientras llena una cacerola. “Más cositas”, continúa, dispuesto a revelar la importancia de la sal: “Tiene que haber sal en el agua de cocer la pasta. Ni mucha, ni poca; la necesaria. ¿Por qué? Porque cuando mantequemos al terminar el plato de pasta en la sartén con la salsa, quizá necesitemos un poquito de líquido, y este agua de cocer es buenísima para hacerlo“.

Mientras expone, predica con el ejemplo. “Mirad, aquí tengo ocho litros de agua, y echaríamos unos 100 gramos de sal para estos ocho litros de agua”, cocina. Luego pasa a otra práctica ampliamente extendida —al menos, hasta la publicación de este vídeo—: los aromatizantes. "¿Podemos meter un laurel, un ajo o un orégano? No. ¿Por qué? Porque nos interesa la pureza del sabor de la pasta", resuelve, haciendo breve el resumen: “Y si no metemos nada, mejor”.

Deja para el final la ejecución de una leyenda popular. “Y el error garrafal que todos cometéis. ¿Lleva o no lleva aceite el agua de cocer la pasta? Nunca", asegura, argumentando que su presencia “hará que la salsa resbale en esta pasta tan buena, que tiene unos surquitos pequeñitos a nivel microscópico cuando es muy buena para que la salsa no resbale”. Pide a sus seguidores que no lo hagan porque, de incurrir en ellos, tendrían a un país en su contra: “Esos errores en Italia no os lo perdonarían nunca. O sea que no los cometáis jamás”.

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