Advierten en Italia del peligro oculto en este alimento cotidiano: “Puede provocar la muerte”
Fabrizio Anniballi, director del Centro Nacional de Referencia para el Botulismo italiano, ha desvelado a ‘Il Corriere della Sera’ el riesgo de la comida enlatada.


La comida, como tantas cosas en el planeta, convive con una dualidad fruto de la naturaleza que encierra en un mismo objeto, y en ocasiones en un mismo bote de conserva, lo bueno y lo malo: una comida exquisita y, al mismo tiempo, un espacio donde puede desarrollarse una bacteria peligrosa. Ocurre así con el botulismo: se trata de una toxiinfección causada por una neurotoxina bacteriana (la botulínica) que puede intoxicar a las personas a través de la ingestión de alimentos que, precisamente, se encuentren en mal estado o, como en el caso del bote, conservados de manera inapropiada.
Desde un bote de garbanzos hasta uno de pimientos del piquillo, la comida que se compra en botes de conserva debe ser cuidada desde algo más que el olvido. Así lo apunta el director del Centro Nacional de Referencia para el Botulismo del Instituto Nacional de Salud de Italia (ISS), Fabrizio Anniballi, quien ha dado a Il Corriere della Sera las claves para identificar cuándo se ha infectado la comida y qué se debe hacer para llegar a este escenario.
¿Qué alimentos son seguros?
Aunque Anniballi asegura que no siempre corren el riesgo las conservas caseras de contraer botulismo, advierte de la importancia de “estar informados acerca de los procedimientos de seguridad”: las que tengan una solución ácida (conservados en vinagre), son seguros, así como los que presenten azúcar y sal porque “secuestran” el agua y las verduras en aceite; también se recomienda la pasteurización o hervir frascos cerrados para terminar con la vida del microorganismo.
Las peligrosas serían, entonces, carne, pescado y verdura enlatada, alimentos con los que no valdría la pasteurización, sino la esterilización. Otra de las recomendaciones que deja es no aceptar como regalo ningún alimento enlatado ni, por ende, entregarlo.
Cómo detectarla
Si bien es cierto que, asegura, es difícil distinguir en todas las ocasiones qué alimento contiene botulismo y cuál no, insiste en que, muchas veces, aparecen signos de deterioro muy evidentes que no deben ignorarse: deformación de envases metálicos, tapas con burbujas, derrame del producto, presencia de gas, son algunos de los más frecuentes. Y ante la duda, tirar.
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De no estar pendiente, puede uno enfermar. Los primeros síntomas del botulismo responden a cambios en la visión y ciertas dificultades en los párpados; esto pasa a sequedad bucal y complicaciones para tragar o, incluso, hablar. Y en los casos más graves, puede manifestarse una dificultad respiratoria que derive en la muerte. Y ante eso, toda precaución es poca.
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