Preocupación por el estado de salud de Tom Hanks tras su última aparición televisiva

No hay un rostro que refleje mejor el cine de los años noventa que el de Tom Hanks. El veterano intérprete, que en apenas tres calendarios cumplirá medio siglo frente a la cámara, es historia viva del séptimo arte y a sus 68 años acude como tal a todos los formatos televisivos que visita. Su última aparición en la pequeña pantalla ha sido en Saturday Night Live, donde ha acudido junto a Scarlett Johansson, Alec Baldwin, Paul Rudd, John Mulaney y Kristen Wiig para realizar un segmento especial conocido como Five-Timers Club.

En este sketch, cuya gracia radica en que todos los que aparecen han acudido, al menos, en cinco ocasiones al laureado programa de la televisión norteamericana, Hanks aparece en primer lugar sentado en un sillón y, posteriormente, se pone de pie para agarrar una bandeja. Justo en ese momento numerosos usuarios en redes sociales percibieron un detalle que había pasado algo inadvertido para el telespectador: las manos le temblaban.

Si bien es cierto que el gesto no es exagerado, la preocupación en torno a su estado de salud se ha expandido a gran velocidad debido a dos hechos: que en la mayor parte del segmento mantiene una mano sujetada con la otra —pose habitual en aquellos que pretenden disimular un temblor incontrolable— y que no es la primera vez que ocurre. Ya en 2022 fue noticia el discurso que Hanks dio en la promoción de Elvis por el temblor de su mano derecha, en aquella ocasión mucho más pronunciado.

Su enfermedad

Aunque desde el Daily Mail apuntan, previa consulta con un experto, que podría tratarse de una señan temprana de Parkinson, otros tantos perfiles en redes apuntan a que el hecho podría no ser más que una inocente señal del paso del tiempo. “Teniendo en cuenta que ya tiene casi 70 años... Sí, las manos de las personas mayores tienden a temblar un poco”, razona un usuario.

El propio actor reconoció en una visita a El Hormiguero en 2022 que, aunque no padecía Parkinson, sí que sufría otra enfermedad. “Lo voy a reconocer. Según he ido envejeciendo, toda la comida basura que comí de pequeño me ha generado una diabetes de tipo 2″, dijo respondiendo a las agradables palabras de Motos acerca de lo bien que se veía físicamente, asegurando que debía tener cuidado con aquello que comía “y mantener el ritmo, la línea y el tránsito, digamos, de todo el temple del cuerpo... Que es como el templo de Dios al mismo tiempo”.

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