La confesión más dura de Yolanda Ramos sobre uno de los primeros síntomas de su depresión: “Por ahí empieza”
Los famosos también son humanos, personas con sentimientos que pueden padecer problemas mentales. En ellos es común debido a la presión y exposición.
A veces, es inevitable pensar que a toda esa gente que tienen la vida resulta y tienen dinero, un trabajo estable, una pareja que les quiere y una familia sana y feliz no les puede pasar nada malo, pero eso no es así. Todo el mundo es susceptible a sufrir problemas de salud mental, nadie está libre. En ocasiones, la idealización de la vida de otras personas conlleva a sentirnos mal con nosotros mismos por no poder asemejarnos a lo que vemos en otros, esa frustración por la comparación puede desencadenar graves trastornos como es el caso de la depresión.
Yolanda Ramos se ha sentado en el podcast ‘La pija y la Quinqui’ y ha hablado sobre la depresión que ha sufrido recientemente. La actriz reconoce que ha “estado muy malita, muy malita”, pero con el humor y la actitud que la caracteriza cuenta que “era muy divertido porque me podía pasar 20 días sin ducharme”. Esta aclara que “si alguien está deprimido es muy normal. El primer síntoma de la depresión es que la ducha es tan hostil porque es como una sensación… Bueno es que no tienes ganas de nada, pero sobre todo la ducha, la ducha es terrible”.
Durante el peor momento de su vida, ha tenido la suerte de estar acompañada: “Yo estaba en casa de mi hermana y del padre de mi hija que me cuidaron los dos, iba turnándome porque te tienen que cuidar, porque si no...”, decía agradeciendo el trato de sus familiares y círculo más cercano.
La también humorista confiesa que le gusta “hablar de salud mental porque, hostia, es tan fuerte. Un día, otro día y otro día y otro, da lo mismo. Un moño, venga. Hasta que un día estás un poquito mejor y dices ‘¿y si tocamos agua?’, pero es una cosa que se nota tanto, tanto”. Cada ser lo vive de una forma, pero asegura que “por ahí empieza, por tu dejadez en la limpieza, y me está costando recuperarlo. Ahora sí me ducho, pero hace muy poco que he empezado a tomar contacto con el agua y no me arrepiento porque es uno de los síntomas de lo que yo he tenido”.
@pijayquinqui yolanda ramos la mujer que tú eres… muchas gracias por venir a hablar tan alto y tan claro 🫂❤️ #fyp #foryou #parati #podcast
♬ sonido original - La Pija y la Quinqui
Mensajes de ánimo
Cientos de comentarios ha recibido la publicación, entre ellos, el de la propia protagonista. Yolanda Ramos ha dado las gracias por el apoyo a sus seguidores: “Gracias a todos. Lo cuento por y para vosotros. No puedo soportar la gente que dice que está sola. No puedo. El estado debería acompañar a la gente que está sola. Qué impotencia”.
Muchas personas le daban la razón en cuanto a lo difícil que resulta hacer tareas de la vida cotidiana: “La ducha, lavarse los dientes, limpiar la casa…”. Incluso, recalcan la menor importancia que se le da en ese momento a la apariencia: “Es que es verdad. Lo de la ducha y el moño es cierto. Y muy duro”, decía otra. Varias personas cuentan su experiencia con otras enfermedades relacionadas con la salud mental como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad: “Totalmente de acuerdo, la ducha para los TDAH es una tortura”.
Algunos usuarios dan tips para aquellos que se encuentren en esa situación o parecida: “Cuando no tengáis fuerzas para ducharos, lo mejor es olvidarse de la forma “normal” de hacer las cosas y sentarse en el suelo de la ducha y dejar que te caiga el agua por encima. Ya volverán las ganas de volver a ducharse como una persona normal”.
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Una respuesta destacable es la de un hombre que dice que es “curioso que una mujer que nos hace tan feliz a muchos, a veces, se encuentre así”, pues, en primera instancia, para quienes no lo han vivido, no tiene sentido que una persona que es tan positiva, ríe mucho y, por consiguiente, hace reír a los demás, se sienta tan mal y vulnerable. Finalmente, hay quienes agradecen sus declaraciones ya que compartir es vivir: “¡Gracias! Este testimonio ayuda tanto a quien lo sufre, para que no se sienta culpable ni solo, como para quien cuida porque cuesta muchísimo entender la depresión, es durísimo”.
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