Frank Cuesta encuentra un terreno para su nuevo santuario lejos de Yuyee: “Mejor así”

Frank Cuesta ha pasado página. Después de anunciar hace menos de una semana su adiós al gran proyecto de su vida, el santuario Libertad ante las presiones de su exmujer, Yuyee, para que pague un alquiler, el naturalista continúa dando pasos para crear un nuevo santuario, esta vez sin la ayuda de la también madre de sus hijos.

Ya lo confesó el propio Frank, y lo corroboraron sus hijos, Zape y Zorro, el herpetólogo fue quien compró los terrenos y quien construyó el santuario de animales que se ha hecho famoso en Tailandia, pero lo hizo a nombre de Yuyee, y aunque acordaron desde el principio que después iría a parar a sus hijos, la exmodelo decidió alquilarle las tierras a Frank a modo de pensión alimenticia por su divorcio.

Un alquiler de 3.500 euros que fue pagando Frank, hasta que descubrió que el dinero que le daba no se ahorraba, sobre todo cuando ésta empezó una nueva relación con el que es ahora su prometido, Chris Daran Korn. A partir de entonces, comenzaron a llegar las tiranteces, y con ellas, las amenazas de denuncia a Frank, y, además, la exigencia de 225.000 de euros en cuatro pagos para venderle esos terrenos que ya compró en su día.

Frank dijo entonces basta: “A veces se gana y otras se pierde. Esta vez, pierdo”, confesó en un vídeo, señalando que iban a dejar esas tierras el 31 de diciembre después de haberlo decidido en familia: “Mis hijos me han dicho: ‘sal de ahí, papá'”.

Dicho y hecho. El herpetólogo anunció su abandono del santuario Libertad, pero solo un día después ya confirmó que su plan para abrir un nuevo santuario ya había comenzado. Un plan que sigue avanzando, y es que ya han encontrado un terreno para construir un nuevo hogar para los animales: “Hemos encontrado unas tierras que tienen el mismo tamaño que el santuario actual”, ha comenzado explicando.

En un vídeo de YouTube que ha compartido en sus redes sociales, Frank cuenta cómo son los terrenos que ha encontrado, muy similar a los del anterior santuario, incluidas sus 37 hectáreas: “Es un terreno de las mismas características, es un secarral, no hay nada. Hay que montarlo todo, pero mejor así, porque nos da la posibilidad de hacer una réplica de lo que ahora hay”.

Un terreno en el que deberán construir todo en un tiempo casi de récord, pues como cuenta el propio Frank, tardaron casi tres meses en hacer obras en el santuario actual, construyendo los hábitats para los animales, el vallado, el cableado, una residencia, un canal de agua artificial e incluso un lago. Todo ello, dotado de cámaras para vigilar que todo esté en orden.

Un terreno “apalabrado”

Cuesta ha señalado que estas tierras no son aún suyas, pero sí que ha llegado a un acuerdo con el propietario para comprárselas: “En nada empezaremos el proyecto, porque de momento no es nuestro, pero ya lo hemos apalabrado”.

Unas nuevas tierras que serán, ahora sí, puestas a nombre de uno de los hijos de Frank Cuesta, bien Zape, o Zorro, y es que la ley tailandesa pone grandes impedimentos para que los extranjeros tengan tierras en su país.

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