Borja Iglesias, sobre Mbappé: “Si se posiciona tan claramente, al menos escuchémosle con respeto”

Borja Iglesias es uno de los futbolistas de LaLiga que más odio ha recibido por cuestiones extradeportivas. El delantero del Celta de Vigo, que se está reencontrando con sus mejores sensaciones en la temporada de su regreso al club que le vio crecer, ha concedido una entrevista a ‘El País’ en la que ha abordado alguno de los episodios más polémicos y comentados sobre su vida extradeportiva.

En los últimos años, Borja Iglesias ha sido un ‘rara avis’ entre sus compañeros de profesión. Jugar con las uñas pintadas, llevar bolso a una boda, posicionarse abiertamente a favor de sus compañeras de la Selección española femenina tras el ‘caso Rubiales’ o reírse irónicamente de su sequía goleadora en un programa de máxima audiencia han sido motivos por los que ha estado permanentemente en el ojo del huracán. Críticas que el de Santiago de Compostela asume sin problema: “No quiero caerle bien a todo el mundo”, admite. “Yo, independientemente de dónde o cómo juegue, soy yo. No posicionarme en ciertos temas me genera malestar”, agrega.

“Que seas futbolista no significa que no puedas opinar”, recalca más tarde. “Lo que pasa es que tenemos más responsabilidad, porque tenemos más alcance social. Entiendo que haya algunos que no quieran hacerlo, pero hay cosas que me influyen como ser humano y, para mí, eso es más importante que mi profesión”, reflexiona. Como ejemplo de esto último pone a la estrella del Real Madrid, Kylian Mbappé. “Cuando se posicionó contra la extrema derecha sabía la repercusión que tendría. Es una persona privilegiada. Si se posiciona tan claramente, al menos escuchémosle con respeto. Él no gana nada haciéndolo”. Al igual que Mbappé, Iglesias también se posiciona públicamente contra la extrema derecha: “Quiero defender principios como el respeto, la igualdad o evitar el abuso de poder y el odio. Temo a la extrema derecha porque no tiene límites. No me gusta que no respeten ciertos valores sociales, o los derechos humanos. Quiero que quien vote no piense solo en sí mismo, sino también en su comunidad y en quien sufre”, asegura.

Su reflexión sobre el jugador francés es todavía más relevante teniendo en cuenta que, hace aproximadamente dos años, Iglesias criticó al delantero y a su entrenador, Christophe Galtier, por su reacción cuando fueron preguntados por el cambio climático. En ese momento, técnico y jugador fueron instados a viajar en tren para no usar el avión privado, a lo que entre risas ironizaron sobre “viajar en un carro con una vela”. Su reacción no gustó a un Borja Iglesias que no dudó en tuitear un escueto, pero sentenciador, “flipo”.

En la conversación, también ha habido espacio para abordar dos problemas sociales como la homofobia y el racismo. “Hay que asumir muchos riesgos. Lo normal sería que seas como seas todo el mundo te respetase, pero a veces no pasa”, apunta sobre los pocos futbolistas que han hablado abiertamente de su homosexualidad. En cuanto al segundo, no elude echarle un cable a Vinicius. “Hay ciertas actitudes y pensamientos que son de esa forma porque han sido así siempre, y la verdad es que deben cambiarse. Él se refiere muchas veces a que se normalizan situaciones en estadios que no se debería. Es importante hablar de ellas y señalarlas para detectarlas y cambiarlas”.

Las aficiones del compostelano rompen también en cierta manera con lo habitualmente concebido. Lejos de ser el típico futbolista fiestero o que utiliza sus días libres para viajar por el mundo, Iglesias prefiere disfrutar de pasiones mucho más hogareñas: el café, su pódcast y la música. “Si no repercute negativamente a mi trabajo, ¿por qué voy a esperar 10 años a hacerlo?”, zanjó.

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