Un experto habla sobre el problema de llevar tacones y la mentira de andar en plano: “Es absurdo”

En el mundo de la moda y la estética, los tacones han sido durante mucho tiempo considerados un símbolo de elegancia y sofisticación. Sin embargo, la realidad es que el uso de tacones no está exento de problemas, tanto físicos como emocionales, que afectan a las personas que los llevan a diario. El debate sobre los tacones se ha intensificado en los últimos años, con muchas voces cuestionando las expectativas sociales y los efectos perjudiciales para la salud que estos pueden tener. Y entre todas las controversias que rodean al calzado de tacón, hay un punto específico que ha ganado terreno: la absurda contradicción de llevar tacones bajos, como los de dos centímetros.

Precisamente de esto ha hablado el fisioterapeuta Jesús Serrano, tras ser preguntado en el pódcast Real Fooding sobre si el uso una mala salud del pie afecta también a la postura corporal: “El hecho de llevar tacones, estéticamente, afina muchísimo a las mujeres. Pero ellas tienen que compensar. Incluso con un pequeño tacón de dos centímetros”.

“Se dice mucho que hay que llevar dos centímetros de tacón, que es malísimo ir plano, lo dicen incluso los sanitarios. Es absurdo. Si fuera malísimo ir plano, hubiéramos nacido con esos dos centímetros. Cuando nació mi último hijo subí una foto escribiendo: ‘Un misterioso caso de otro bebé que nace sin dos centímetros de tacón’”, añade con jocosidad.

¿La explicación? “El calcáneo, que es el hueso del talón, está pensado para soportar carga. Cuando elevamos el calcáneo, el peso recae en los metatarsos, que son huesos finitos, que no están pensados para soportar carga. De ahí que casi todas las patologías del pie ocurran delante, en los deditos: se engarran, neuroma, callos… Y eso es por ir con tacón”.

“Dejemos de decir esta estupidez de que hay que llevar dos centímetros de tacón. No hay que llevar dos centímetros de tacón. Si te molestar ir plano es porque en tu pie se ha generado una disfunción, se han acortado el gemelo, el Aquiles… Posturalmente, has alterado toda tu vida por el tacón, y claro, cuando bajas al plano dices: ‘Es que me voy como para atrás’. Normalmente, cuando recuperas la salud de tu pie, puedes ir plano perfectamente. Y vivir feliz”, dice con enfado.

El mito de los tacones cómodos

Muchas personas optan por estos tacones creyendo que son una opción cómoda y saludable, pero la verdad es que en muchos casos resulta ser más perjudicial que beneficioso. Cuando se trata de tacones, cualquier elevación del talón altera la biomecánica del cuerpo humano. Incluso un tacón bajo de solo dos centímetros cambia la postura de quien lo lleva, lo que genera una distribución desigual del peso sobre los pies y el resto del cuerpo.

Este pequeño cambio en la inclinación del pie puede tener efectos a largo plazo en la salud de las articulaciones, la columna vertebral e incluso causar dolores musculares. La elevación del talón provoca una presión adicional sobre el antepié, lo que genera incomodidad y fatiga, y en algunos casos, puede contribuir a problemas como juanetes, callos y fascitis plantar.

Los zapatos completamente planos, aunque menos glamorosos según los estándares de algunas personas, son una opción mucho más saludable. Al no elevar el talón, los zapatos planos permiten que el peso del cuerpo se distribuya de manera más natural sobre el pie, lo que reduce el riesgo de dolores en la espalda, las piernas y los pies. Andar en plano no solo es más cómodo, sino que también promueve una postura más alineada y menos propensa a lesiones.

Optar por zapatos planos o de poca elevación es una elección más sabia y saludable. El mercado ofrece una amplia gama de opciones de calzado que no solo son cómodas, sino también estilizadas y adecuadas para cualquier contexto. Ya no es necesario sacrificar la salud por cumplir con estándares de belleza obsoletos.

El uso de tacones bajos de dos centímetros es una de las muchas contradicciones que reflejan las expectativas sociales sobre la estética y la moda. Aunque se promocionan como una opción cómoda, en realidad, siguen siendo perjudiciales para el cuerpo humano. La verdadera comodidad y bienestar solo se logran con calzado que respete la anatomía del pie y favorezca una postura natural. Por lo tanto, es hora de cuestionar el mito de los tacones y abrazar la opción más lógica y saludable: andar en plano.

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