El desayuno que blinda el corazón a partir de los 50 años : “Ni demasiado, ni demasiado poco”
Según un estudio español de la revista ‘The Journal of nutrition, health and aging’, hay que ingerir entre el 20% y 30% de nuestras calorías diarias.
El desayuno es la comida más importante del día. Es lo primero con lo que arrancamos nuestros días, y todo lo que injerimos puede beneficiarnos o perjudicarnos. Concretamente, aporta entre el 20 y el 25% de nuestra ingesta energética diaria, y es por ello que no es recomendable llegar a saltárselo.
De hecho, según un nuevo estudio español, el desayuno sirve de herramienta contra los trastornos cardiometabólicos, sobre todo en personas mayores de 50 años. En este estudio intervinieron 383 participantes de entre 55 y 75 años durante tres años.
Un tiempo en el que se debía evaluar cómo llegaba a influir la cantidad y la calidad de un desayuno a través de diferentes indicadores, como el peso, la tensión arterial, el colesterol y la función renal. Pues bien, dicha muestra dio como resultado que no hay que desayunar “demasiado”, ni “demasiado poco”, como queda expuesto en la prestigiosa revista de ‘The Journal of nutrition, health and aging’: “Los desayunos bajos en energía o altos en energía, pero de mala calidad, se asociaron a una mayor adiposidad (tejido adiposo) y triglicéridos, así como a niveles más bajos de colesterol HDL (el bueno) en los ancianos”.
A través de los resultados se vio cómo los participantes que consumían menos del 20% o más del 30% de sus calorías diarias en el desayuno contaban con un índice de masa corporal y un perímetro de cintura más elevados, siendo además dos factores de riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular.
En cambio, los participantes que consumían entre el 20% y el 30% de las calorías en el desayuno obtenían buenos resultados y preservaban la salud del corazón. Esto quiere decir que, si bien los hombres de más de 50 años necesitan 2.500 calorías diarias, y las mujeres requerían de 2.000, debían tomar en el desayuno entre 500 y 750, en caso de los hombres, y entre 400 y 600 calorías las mujeres.
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Entrando en detalle, el desayuno deber seguir los principios de la dieta mediterránea, contando con lácteos desnatados, cereales integrales como el pan integral, proteínas magras como lo pueden ser los huevos o el queso blanco, frutos secos tales como las nueces y las almendras, fruta, y grasas vegetales como un pequeño chorrito de aceite de oliva. Y es que tomando un desayuno bueno en cantidad y calidad “contribuye a un envejecimiento saludable al mejorar los factores de riesgo cardíaco”, según los científicos.
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