Adiós a las gafas: unas innovadoras gotas para los ojos podrían jubilar las lentes (aunque hay efectos secundarios)
Tienen la capacidad de mejorar la vista y el enfoque visual, en todo tipo de distancias, de manera rápida y sostenida en el tiempo.
La presbicia es una de las mayores consecuencias que trae consigo el envejecimiento, ese proceso natural e inevitable que nos llega a todos, antes o después, y que tiene la capacidad de afectar a nuestras capacidades físicas y mentales. Se trata de una condición sufrida por cientos de miles de personas en todo el mundo, y se caracteriza por la pérdida gradual de la habilidad para ver objetos cercanos.
Normalmente, la presbicia se suele contrarrestar haciendo uso de gafas o lentillas de contacto. Sin embargo, un estudio, presentado en Copenhague el 14 de septiembre en el 43.er Congreso Europeo de Cataratas y Cirugías Refractivas, y realizado sobre 766 pacientes divididos en tres grupos, propone utilizar unas gotas especiales dos o tres veces al día.
Dicho informe asegura que los pacientes que recibieron las gotas fueron capaces de mejorar su habilidades para leer y mirar diversos documentos. Además, dichos avances se mantuvieron durante un periodo de dos años.
Tratamiento más saludable y efectivo
De salir adelante y comercializarse, las gotas especiales se establecen como un tratamiento más saludable y efectivo que las gafas, la incomodidad que, en ocasiones, producen las lentillas, y las temidas cirugías.
Este tratamiento contiene pilocarpina, capaz de contraer la pupila y el músculo que controla la forma en la que enfocamos los objetos a diferentes distancias; y diclofenaco, una sustancia que reduce la inflamación.”Hemos descubierto mejoras rápidas y mantenidas en la visión en los tres grupos”, asegura el doctor Giovanna Benocci, quien añade que el tratamiento funciona en todo tipo de distancias.
Efectos secundarios
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No obstante, el uso de las gotas especiales puede provocar ciertos efectos secundarios. Entre los más habituales se encuentran la visión borrosa, la irritación tras su aplicación y los dolores de cabeza. Por ello, los especialistas señalan que aún es necesario llevar a cabo más estudios, tanto para identificar posibles consecuencias adicionales como para encontrar formas de minimizar los efectos ya conocidos.
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