Emma García, sobre el momento en el que el trabajo le pasó factura: “Lo tuve que atajar”

El barco de Fiesta sigue navegando sin importar la fecha del año, lo gélido de las aguas o la cercanía de las uvas. Y a su timón se encuentra Emma García. La presentadora, que encara los días finales del año con la misma intensidad que cualquier otra semana del calendario, es un ciclón. Y esa característica tan puramente positiva es también la que, en tiempos, le hizo estar bajo la presión excesiva del trabajo.

Quien lo ha contado ha sido ella misma. Todo empezó en el último programa del formato, que tenía como plato principal una entrevista a Andy y Lucas. La primera después de anunciar su separación. De hecho, han estado separados, manteniendo la buena sintonía, hasta para hablar con la conductora del espacio: Lucas estaba en plató mientras que Andy comparecía por videollamada.

“No fue delante de las cámaras”

La conversación circulaba por el problema de salud que les ha obligado a echar el freno cuando, de repente, se introdujo el trabajo en la ecuación. “El amor por nuestra música no lo controlamos con la cabeza y nuestro cuerpo se resiente. En este caso ha sido Lucas, que tiene que parar. Él quiere llevarlo todo y controlarlo todo porque sino no está tranquilo”, decía Andy.

Estas palabras provocaron que su compañero puntualizase su estado actual: “no tengo intención de morirme mañana. Desde hace varios años, desde que no estamos en una multinacional, he llegado a unos extremos que he tenido que llevarlo todo. Me faltaban horas al día. Y eso ha mermado mi salud. Está controlada, pero bueno”. Habló Andy, habló Lucas.

Tomaba la palabra entonces Emma García, que había permanecido escuchando el testimonio de ambos. Y lo hacía para confesar que sabe lo que se siente. “A mí me pasó factura en un momento de mi vida. Lo tuve que atajar. No fue delante de las cámaras, no. Pero...”, explicaba, dedicando unas milésimas de segundo a escoger la palabra correcta y haciendo después corta la explicación de su episodio: “el estrés es puñetero”. Sin detalles, corto y directo. Intensa, como acostumbra.