TELEVISIÓN
Emma García recuerda la anécdota que terminó con Pedro Piqueras “llorando de la risa”
La presentadora de ‘Fiesta’ ha recordado su época en la que, estando ella al frente de ‘A tu lado’, tenía que dar paso a los informativos.
Existen personas cuya presencia parece ligada a un lugar, un objeto o una sensación. Pedro Piqueras es una de ellas. Tras 51 años de carrera, el mítico periodista se despide de la cadena de Fuencarral y pone fin a su etapa al frente de Informativos Telecinco, dejando tras de sí un valioso legado en la profesión y unos compañeros de universo televisivo que se deshacen en anécdotas protagonizadas por quien consideran un referente.
Una de las que ha recordado a Piqueras ha sido Emma García. Y lo ha hecho en pleno directo, en Fiesta. La conductora del formato de Unicorn ha hecho hincapié, una vez destacada su trayectoria profesional, en una curiosa faceta del periodista: la dificultad que tiene para poner fin a sus ataques de risa cuando le asaltan en pleno directo.
Estos graciosos abordajes fueron de especial calado en la época en la que García presentaba A tu lado, entre 2002 y 2007, espacio en el que se producían algunas transiciones con el informativo que el propio Piqueras comandaba. La dificultad era darle paso cuando ambos no podían frenar su carcajada.
“El pobre se recomponía porque es un gran profesional”
“Me acuerdo una vez que se empezó a reír contigo en A tu lado. Y luego te empezaste a reír tú”, le decía Ricky García a la presentadora, algo que matizaba Luis Rollán: “y cuando Emma García se ríe, no para”. Entonces tomaba la palabra la conductora de Fiesta para contar ella de primera mano cómo tenían lugar esos cómicos momentos y, también, cómo los recuerda tanto ella como el ya exdirector de informativos.
“El otro día tuve la oportunidad de hablar con él y despedirme. Me decía: ‘lo que me hiciste reír en esos tiempos’. Claro, es que le teníamos que dar paso. Tuvimos un momento de esos surrealistas y le recuerdo llorando de la risa antes de darle paso”, relataba la presentadora, que todavía podía darle un rizo más al asunto: “le veía y, entonces, yo ya seguía riéndome. Luego el pobre se recomponía porque es un gran profesional”.