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El torero Juan Ortega rompe su silencio tras dar la espantada en su boda: “No fue un calentón”

“No esperaba este terremoto informativo: en la vida la gente está acostumbrada a casarse o separarse, pero no a suspender una boda horas antes”.

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El torero Juan Ortega rompe su silencio tras dar la espantada en su boda: “No fue un calentón”

“La culpa fue mía; pido perdón”. Con estas palabras al periodista Carlos Herrera el torero Juan Ortega ha roto su silencio tras suspender su boda con Carmen Otte, a quien dejó plantada con medio millar de invitados citados para el 2 de diciembre en la iglesia de Santiago de Jerez de la Frontera.

Una decisión de último momento, con todo organizado, que formó todo un terremoto informativo que reconoce que no se imaginaba. “Si te soy sincero, no lo esperaba. Pero, al final, en esta vida, en la sociedad en la que vivimos, la gente está acostumbrada a casarse o separarse, pero a suspender una boda unas horas antes no. Entiendo el follón que ha formado, pero no me imaginaba que iba a levantar tanto revuelo”.

Así, ante el interés de la prensa, que no dejaba de buscarle para que diese su versión de lo ocurrido, confiesa dónde estaba. “Donde estoy siempre en las situaciones complicadas, en los momentos complicados. Me refugio con mi gente, con mis cosas, en el toreo, que es mi forma de vida, donde tengo todas mis ilusiones”.

La verdad

“Desde que saltó la noticia se han dicho muchas cosas y la mayoría no son ciertas. Aquí la única verdad de lo que pasó es que Carmen y yo somos dos personas que nos queremos mucho, que teníamos una relación muy buena en muchos aspectos, pero yo venía arrastrando una serie de dudas que no fui capaz de resolver. Asumo mi decisión y pido perdón, no por la decisión, sino por el momento en el que la tomé, horas antes, con todo organizado, los invitados allí”, cuenta el diestro ante la pregunta de qué ocurrió entre la pareja.

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Además, dice que entiende el daño que pudo causar, el trastorno, pero creo que es lo mejor y que el momento de la decisión no influye en el dolor. “Una semana antes, unas horas antes, un año antes…, hubiera sido doloroso igualmente”.

Su relación con Carmen Otte

Para la que era su prometida, Carmen Otte, únicamente tiene buenas palabras. “Solo puedo hablar bien de Carmen, es una mujer extraordinaria, de diez. Me ha hecho crecer como persona, como torero, siempre ha estado conmigo, a mi lado. Igual que su familia. Me han tratado como a un hijo”.

“Si algo me duele es haberles hecho daño a ellos, que no son responsables de mi decisión. Aquí el único responsable de la decisión soy yo. No intervinieron otras personas. Se ha dicho que si terceras personas, el cura, el padre de la novia, un amigo de Juan… Todo es mentira. La decisión la tomé solo yo, sabiendo las consecuencias que tenía. Para mí el matrimonio es lo suficientemente serio como para hacerlo con dudas y no quería traicionar a Carmen ni a mí mismo”, agrega.

Eso sí, reconoce que no lo hizo bien con los tiempos. “Lo gestioné mal. Al final son muchas circunstancias, porque es una persona a la que quieres. Siempre encontrábamos el motivo para seguir hacia delante y luchar por la relación y cuando te quieres dar cuenta tienes el toro debajo de la cama”.

Y que también pensó en cómo sería si hubiese ocurrido al revés, si el plantado hubiese sido él. “Intento para todo ponerme en el papel del otro, y más en una cosa como esta, me hubiese dolido en el alma y lo hubiese sufrido, pero prefiero que, aunque tarde, se hagan las cosas bien. No fue un calentón ni un arrebato de un momento, sino problemas que yo venía arrastrando”.

Sobre volver a unir su camino al de la cardióloga: “Esa pregunta no la puedo responder, la quiero mucho y por nada del mundo me perdonaría volver a hacerle daño”.

Cómo comunicó la decisión a Otte

En su charla con Herrera, Ortega narra también cómo fue ese momento de tomar la decisión y comunicársela a la cardióloga. “Al final es algo que tienes en la cabeza, no es fruto de un arrebato o un calentón. Me considero una persona templada, me gusta pensar las cosas. Estaba solo en mi habitación, llamé a Carmen, luego a mis padres, y luego al cura. Y a partir de ahí, consecuente con mi decisión”.

La conversación con ella fue dura. Muy dura. Porque tienes poca explicación… El momento, las circunstancias… Lo de menos en esos momentos era la boda. Lo que verdaderamente importa es que se termina una relación con una persona a quien quieres”.

Una decisión que dice que los asistentes entendieron. “Había muchos invitados. Mucha gente que venía de fuera. Pero bueno, al final es gente que te quiere, que nos tiene cariño, nos aprecia, lo sufre también, pero no deja de ser un trastorno. Hay anécdotas de todo, gente que se fue, gente que se quedó, que disfrutó del fin de semana... No sé si alguien llegó a ir a la iglesia. Imagino que no”.

Su relación actual con Otte

“Al contrario de lo que se pueda imaginar la gente, nos seguimos manteniendo mucho cariño, respeto, y los dos tenemos mucha paz. Ha sido algo por lo que hemos peleado mucho y las cosas no han salido para adelante, y ya está”, dice.

Y alaba la discreción de la cardióloga y su familia. “Conozco bien a Carmen y toda su familia y sé cómo son, conozco su forma de andar en la vida, lo que les importaba verdaderamente es que éramos Carmen y yo, daba igual lo que se dijese en la prensa. No había afán de sacar rédito ni nada, ni exclusivas ni protagonismo. He tenido ofrecimientos de todo tipo, pero no se nos ha pasado por la cabeza”.

Su futuro

Actualmente, el torero creo que no hay espacio ya para los reproches. “Me tranquiliza que tanto Carmen como yo sabemos la verdad de todo y eso me da paz. Siempre que hemos tenido una situación complicada hemos encontrado el motivo para seguir luchando, pero bueno, al final el corazón manda, los sentimientos mandan y eso no se puede controlar”.

“En la decisión, pudo más el corazón que la cabeza siempre. Si hubiera sido por la cabeza, lo que hubiese sido fácil hubiese sido tirar hacia delante, ya está todo organizado y se ha llegado hasta aquí, pues adelante. Eso hubiese sido lo fácil, pero si las cosas ni hubieran ido bien o con hijos de por medio, eso no me lo hubiese perdonado nunca”, agrega.

“Asumo las consecuencias y me gustaría que tanto a Carmen como a su familia, que no tienen ningún tipo de responsabilidad, les dejasen tranquilos. Yo he sido el único responsable. Si durante un tiempo va a haber medios y cosas, no me importa, la verdad. En ese aspecto estoy muy metido en mi temporada y estoy muy ilusionado”, zanja.