El motivo por el que Julia Roberts ha estado 20 años sin hacer comedias románticas
La actriz de 54 años ha confesado que la poca calidad de las propuestas recibidas y sus compromisos familiares la han apartado del género.
Hubo una época en la que Julia Roberts (54) fue la indiscutible reina de la comedia romántica en la industria cinematográfica. Pretty woman (1990) su icónica película junto a Richard Gere la convirtió en la novia de América y durante una década no fueron pocas las cintas cortadas por el mismo patrón en las que participó, destacando quizá La boda de mi mejor amigo (1997) y Nothing Hill (1999).
Pero antes de que se posicionara como referente del género ya había llamado la atención de la Academia con Magnolias de acero (1989), que le valió su primera nominación al Oscar, y confirmó con Erin Brockovich (200) que era una actriz con un amplio registro interpretativo. Un hecho que se ha encargado de potenciar seleccionando con cuidado los papeles en los que ha participado en las últimas dos décadas.
“Si hubiera leído un guion del nivel de Notting Hill o muy divertido como el de La boda de mi mejor amigo, lo habría hecho. Pero no me ha llegado nada lo suficientemente bueno”, explica en una reciente entrevista con The New York Times Magazine.
“La gente a veces malinterpreta la cantidad de tiempo que ha pasado y lo asocia que yo no he querido hacer una comedia romántica. No ha habido una posibilidad hasta que ha llegado a mis manos Ticket to Paradise, escrita y dirigida por Ol Parker”, añade la actriz.
El peso de la familia
Pero la calidad de las propuestas recibidas no es el único motivo que esgrime la actriz. “También he tenido tres hijos en los últimos 18 años. Eso eleva aún más el listón porque entonces no se trata sólo de ‘¿Es bueno este material? También es la ecuación matemática del trabajo de mi marido, el colegio de los niños y las vacaciones de verano”, zanja Roberts, que se casó en 2002 con Daniel Moder.