El infierno de Miryam Benedited tras el Benidorm Fest

A menos de un mes de la celebración del Festival de Eurovisión 2022 todo el mundo ha interiorizado ya que Chanel, con ‘SloMo’, es la representante española. La artista tratará de hacer buenos los pronósticos que sitúan su propuesta entre las favoritas para alzarse con la ansiada victoria. Pero hasta llegar a este punto ha tenido que sufrir lo indecible frente a aquellos que no aceptaban el resultado del Benidorm Fest, que la catapultó a la cita eurovisiva que este año se celebra en Turín.

Sin embargo, quizá ha sido Miryam Benedited, que fue jurado del festival benidormí, la que ha salido incluso peor parada tras la victoria de Chanel ya que no ha dejado de recibir insultos y amenazas desde entonces. La coreógrafa ha sido una de las protagonistas de Haters: odio en las redes, la última entrega de ‘Equipo de Investigación’, el espacio conducido por Gloria Serra que se ha centrado en esta problemática.

“De repente, te encuentras con una avalancha de insultos, de mensajes de odio, de amenazas de muerte y el cuerpo se te da la vuelta”, expresaba Benedited, que añadía que el pensar que los ‘haters’ podían cumplir sus amenazas, le hizo sufrir un “ataque de ansiedad horrible” y agorafobia.

“Vamos a ir donde más te pueda doler, a por tus hijos, que sabemos muy bien dónde localizarlos” o “Cacho per*, muérete hija de la gran pu*; ojalá te mueras tú y tus hijos y toda tu familia de un cáncer, a tu hijo le voy a quitar la vida”, son algunos de los mensajes de odio que ha recibido, lo que la llevó a denunciar ante la Policía. “No sabes si pueden estar en la puerta del colegio esperando a tus hijos, y eso fue lo que me hizo ponerme en contacto con la Policía”, señalaba la coreógrafa.

“Detrás hay perfiles que entiendo que son falsos; son personas que no están bien, porque a nadie en su sano juicio se le ocurre amenazar a unos menores porque su canción favorita de Eurovisión no ha salido adelante”, manifestaba la coreógrafa en referencia a las amenazas recibidas. Un caso que por desgracia no es la excepción ya que cualquiera que tenga un perfil en Twitter o Instagram, especialmente si se trata de un personaje público, se convierte automáticamente en blanco potencial de los ‘haters’, que amparados por el anonimato que ofrecen las redes sociales, atacar indiscriminadamente con sus mensajes de odio. Una conducta como mínimo reprobable.