¿Cuál es el origen de la expresión ‘hace un día de perros’ y por qué se asocia al verano?
Esta frase, muy usada cuando no se tiene un buen día o hace mal tiempo, tiene una historia que poco tiene que ver con estas situaciones.
España es un país de costumbres. Prácticamente en cada campo de la vida nos podemos encontrar con un dicho o una sentencia que explica de forma coloquial una situación concreta. Una de las oraciones más conocidas es la de ‘hace un día de perros’.
Normalmente, cuando hace una jornada con mal tiempo, y, sobre todo, con precipitaciones, se suele aplicar esta frase, quizás la más conocida al respecto de estos fenómenos meteorológicos. Incluso, cuando se ha tenido una mala fecha, por razones que no tienen que ver con este aspecto, se puede aplicar.
¿Cuál es el origen de la expresión ‘hace un día de perros’ y por qué se asocia al verano?
Esta frase tiene mucho que ver con las constelaciones. En concreto, dos. Las conocidas como Perro Mayor y Perro Menor. De hecho, en las antiguas civilizaciones se creía en la estrecha vinculación que tenía Sirio, la estrella más brillante de la conocida como ‘Canis Maior’ con los días con más temperatura, tanto del año como del verano.
Según apunta ABC, la reunión de estos astros se producía en los días con más calor. En Centroamérica, durante el 15 de julio y el 15 de agosto, se dejaba de sembrar.
En este punto es cuando la constelación del Perro Menor alcanzaba su cénit. Durante estas jornadas, la reunión del Perro Mayor llegaba a su punto máximo, y comenzaba a aparecer en los días en los que más calor hacía de un año natural. De ahí proviene la frase ‘hace un día de perros’.
Esto se debe a que, cuando nos afecta la canícula (una palabra que, por cierto, también proviene del término perro), las personas se quedan jadeando, cansadas, agobiadas, sin aliento y a la sombra. Esa es la razón principal por la que esta expresión está vinculada a las jornadas calurosas.