La dura lucha de Cristina Medina en pleno tratamiento hormonal

Cristina Medina anunciaba el pasado mes de septiembre que padecía cáncer de mama. Desde ese entonces, la actriz de ‘La que se avecina’ no ha parado de utilizar sus redes sociales como herramienta indispensable para dar voz a su enfermedad y sus consecuencias, así como para lanzar diversos mensajes de ánimo a todas esas personas que están pasando por su misma situación. En esta ocasión, la intérprete habla abiertamente sobre los distintos efectos secundarios que padece.

La sevillana, de 51 años, explica todo lo que se esconde detrás del tratamiento hormonal que sigue para detener el crecimiento del cáncer. “Quiero poner un mensaje para toda la gente que está como yo en tratamientos hormonales. Hay tratamientos de muchos tipos, unos más duros o castrantes que otros, pero en todos los prospectos de estas pastillas te dicen que tengas ojo con la depresión”, comienza diciendo en su perfil de Instagram.

“Es una revolución interna muy potente”, señala. La actriz cuenta que vive una auténtica montaña rusa de emociones donde predomina la negatividad y la tristeza. “Es muy difícil, yo lo sé… Tenemos que intentar dejar pasar esas emociones cuando nos vienen y tomarlo como un efecto secundario. No podemos hacer que esos efectos se apoderen de nosotros. Nos creemos que van a estar siempre con nosotros, pero pasa”, añade. “Yo lo que hago es intentar no entrar en pánico, calmarme y dejar que pase. La gente que está a nuestro alrededor nos tiene que aguantar. Me entran ganas de coger y tirar a todo el mundo por el balcón. Me caen mal, nada me hace ilusión y todo me parece una mierda”, continúa relatando.

Un mensaje aplaudido en redes

“Entiendo que sí me pasa a mí, le pasa a más gente. Me reconforta saber que no soy la única y por eso quiero dar este mensaje a través de las redes sociales”, dice sin perder su particular sentido del humor. Sus palabras están siendo muy aplaudidas en redes sociales tanto por compañeros de profesión como por usuarios anónimos que se encuentra en la misma situación. “Libro abierto. Ánimo”, le dice Pablo Chiapella. “Gracias, gracias y gracias”, apunta otra usuaria.