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Conde-Pumpido, acusado de agresión sexual, reaparece y se hace pasar por un repartidor de comida rápida

El letrado se hizo pasar por un repartidor de Glovo para pasar desapercibido ante la prensa, pero no le funcionó su coartada. “Solo os pediría que respetaseis la intimidad de mi casa”.

Conde-Pumpido, acusado de agresión sexual, reaparece y se hace pasar por un repartidor de comida rápida

Candido Conde-Pumpido ha reaparecido públicamente después de que saliera su presunta vinculación y participación en una agresión sexual en grupo a una joven brasileña. El hijo del presidente del Tribunal Constitucional fue detenido el pasado viernes y puesto en libertad dos días más tarde, dado que la juez afirmó en el auto que “el visionado de las imágenes recogidas por las cámaras de seguridad de la casa desvirtúa la versión de la víctima de violación grupal y no se corresponden con el relato de los hechos que hace la denunciante”.

Esto no es todo, el jurista y ex de Lara Dibildos ingresó este miércoles en un hospital de Madrid por el agravamiento de “patología psiquiátrica” que arrastra desde hace tiempo. No se descarta que la presión mediática originada por este suceso le esté pasando factura. Tras abandonar el centro sanitario, Conde Pumpido regresó a su chalé ubicado en San Blas, lugar donde ocurrió la violación, y allí estaban esperándole un grupo de periodistas para conocer su versión.

El letrado adoptó una estrategia para pasar desapercibido ante las cámaras, pero parece ser que no funcionó. Se disfrazó de repartidor de Glovo, empresa de comida rápida. Su vestimenta y el casco que portaba daba forma a su coartada. “¿No sé si eres Cándido o un amigo?”, preguntó uno de los reporteros, a lo que él respondió de manera tajante. “¡No, no! Soy un repartidor de Glovo”.

“Os pondré una denuncia por invadir una propiedad”

Los periodistas sabían perfectamente que se trataba de Conde-Pumpido. Una pillada que rompió por completo la estrategia del acusado, que se vio obligado a reconocer que la persona que se escondía detrás del casco era él. Lo primero que hizo fue cargar contra la prensa por unos presuntos desperfectos en las inmediaciones de su casa. “Había un cartel y lo habéis quitado. También estabais haciendo agujeros en la puerta”. El jurista también pidió a los periodistas que quitasen las cámaras que apuntan a su vivienda, dado que en el caso contrario presentará una denuncia.

“Como volváis a poner una cámara en mi casa, enfocando hacia dentro de mi casa, os pondré una denuncia. Estáis invadiendo una propiedad. Grabando hacia adentro”. Conde-Pumpido confirmó que estuvo en urgencias por culpa de una crisis de ansiedad. “Una situación de estas te genera bastante tensión”. No obstante, no trasladó detalles de lo que sucedió en su vivienda con la denunciante. “No voy a hacer ninguna declaración, solo os pediría que respetaseis la intimidad de mi casa. Lo que tenga que declarar, yo declararé. Estoy muy tranquilo. Muy tranquilo

Como los periodistas no hicieron caso a su petición de que quitasen las cámaras, el letrado se tomó su propia venganza y empezó a grabar a todos los presentes en las inmediaciones de su vivienda. “Os estoy grabando yo igual que me estás grabando tú, pero tú lo estás haciendo dentro de una vivienda”.