‘Raíces’, el restaurante de Carlos Maldonado, dice adiós a Talavera: “Llevo aquí siete años y solo he recibido palos”
En una entrevista a ‘Directo al Paladar’, el cocinero con estrella Michelin ha lamentado las trabas que le han puesto para hacer su trabajo.
Desde su incontestable triunfo en ‘MasterChef 3′, Carlos Maldonado se ha convertido en un atractivo más en la ciudad de Talavera de la Reina. El cocinero, cuya carrera profesional es de lo más variopinta e inusual entre sus compañeros de fogones, abrió su restaurante ‘Raíces’ en la ciudad que le vio nacer y en tan solo unos meses consiguió la única estrella Michelin de la comarca.
Decenas de visitantes se desplazan hasta la ciudad de la cerámica para degustar los exquisitos menús de un local que tiene una larga lista de espera. Prácticamente todos ellos destacan la amabilidad de un Maldonado que no duda en charlar amablemente con los comensales e incluso, según cuentan algunos de ellos, preparar algún que otro bocadillo de jamón para los que todavía tienen hueco en el estómago después de los 17 o 26 pases de sus menús.
Lo que desde fuera podría parecer un negocio de éxito en el que tanto Maldonado como la ciudad salen ganando, parece haberse convertido en un avispero insostenible. Tanto que el chef ha contado en una entrevista en ‘Directo al Paladar’ que va a trasladar su arte a otro municipio. “Es un sitio con un pantano espectacular. Nos han abierto los brazos y nos han dicho: ‘¿Qué necesitas?’. La localidad, teniendo en cuenta las pistas, sería Cazalegas, a tan solo unos kilómetros de Talavera.
“Es una putada porque yo quiero quedarme en casa, pero de verdad que son solo trabas. Me quiero ir porque no me siento cómodo. Yo no quiero ni más ni menos que otro empresario, pero llevo aquí casi siete años y solo he recibido palos por parte de las administraciones. No quiero que me acaricien, pero tampoco que me den golpes”, ha expresado.
Dos ejemplos de este trato que denuncia Maldonado tienen que ver con las inmediaciones de su local, situado en un entorno envidiable de la localidad a orillas del río Tajo. “Tenemos en torno a 100 denuncias de aparcamiento entre nosotros y nuestros proveedores por aparcar en la acera. Los proveedores nos han dicho que nos tienen que dejar de servir, porque cada vez que paran les multan”, explica justificando su petición de que le pongan una zona de carga y descarga.
En la misma línea, Maldonado y su equipo solicitaron que se retirara un contenedor que tenían enfrente y que hacía que las inmediaciones se llenaran de ratas y de mal olor. No obstante, el problema se repite al haberse tenido que paralizar las obras de un aparcamiento cercano al Museo Etnográfico de la localidad al encontrarse restos arqueológicos.
Problemas con su proyecto de inserción social
Siempre concienciado con cuestiones sociales y con el bien común -como cuando se ofreció a preparar el desayuno de los trabajadores sanitarios del hospital durante la pandemia del coronavirus-, Maldonado fundó ‘Semillas’, un proyecto que pretende formar y ayudar a que personas en riesgo de exclusión social puedan tener un futuro profesional. De hecho, muchos de los integrantes de ‘Semillas’ han terminado trabajando en ‘Raíces’.
La fundación también ha supuesto un problema con las autoridades, pues el concejal de Agricultura, Ganadería y Medio Rural e Identidad Comarcal de la ciudad, Gerardo Sánchez, le ha acusado de deber 30.000 euros por el uso de las instalaciones y, más concretamente, por los suministros de luz. “Jamás he dejado de pagar una factura y jamás lo voy a dejar de pagar. Pero es un recinto en el que no está sectorizada la luz y ellos me pasan la luz de toda la feria”, denuncia Maldonado.
El cocinero, de hecho, va un paso más allá. “Lo que no puede ser es que esta persona, que no el Ayuntamiento, atente contra lo que hacemos, un sistema de inserción social. La fundación es apolítica y social y trabaja única y exclusivamente para dar formación a personas en riesgo de exclusión social, sean del color que sea”, zanja.