Cameron Diaz afirma que “nunca” se lava la cara y carga contra los cánones de belleza
Alejada de Hollywood, la actriz estadounidense confiesa que ya no le preocupa su aspecto físico y asegura haberse sentido “víctima de cosificaciones”.
Cameron Diaz es una de las actrices más queridas y relevantes del mundo de la comedia romántica. Sin embargo, la artista decidía alejarse del foco mediático y abandonar Hollywood cuando todavía tenía una larga carrera por delante. Su último personaje en la gran pantalla fue en el año 2014 de la mano de la adaptación de ‘Annie’. A partir de ahí, la intérprete optó por centrarse en su vida más familiar y apostar por una nueva faceta empresaria con su propia marca de vinos.
La actriz, protagonista de éxitos como ‘Algo pasa con Mary’, ‘La boda de mi mejor amigo’ o ‘The Holiday’, entre otros, ha reaparecido en el podcast ‘Rule Breakers’ de la BBC para sincerarse sobre la fama, como vivió sus años de éxito en Hollywood y criticar los estándares de belleza a los que diariamente son sometidas las mujeres. “Siempre vuelvo a la trampa, especialmente en nuestra sociedad. Soy una víctima absoluta de las cosificaciones y explotaciones sociales a las que son sometidas las mujeres. He participado en todas ellas en algún momento de mi vida”, comienza diciendo.
Unos cánones de belleza a los que fue sometida durante muchos años, pero que rechaza en la actualidad. Y es que Cameron Diaz reconoce que ha dejado de darle importancia a su imagen, llegando a definirse como “una bestia”. “Literalmente es lo último en lo que pienso en mi día a día. No le dedico tiempo para nada a la forma en la que luzco. Nunca hago nada, ni siquiera me lavo la cara”, confiesa. “Los últimos ocho años, he sido un animal salvaje. Como mucho he pensando en ello dos veces al mes, con suerte. ‘Debería ponerme esto. Con una vez es suficiente, ¿verdad?’ No estoy en un momento ahora mismo en el que le dedique ninguna energía”, añade.
Comportamientos tóxicos
Tras casi una década alejada del mundo de la interpretación, Cameron Diaz echa la mirada atrás para reconocer los comportamientos tóxicos que llegó a tener producto de las fuertes presiones de Hollywood. “Simplemente empiezas a alejarte de eso y dices: ‘¿por qué estoy aquí sentada siendo tan mala conmigo?’ Mi cuerpo es fuerte, es capaz. ¿Por qué voy a hablarle mal? ¿Por qué voy a tratarlo mal cuando me ha llevado tan lejos?”, dice.