Boris Becker, trasladado a una zona “amigable” de la prisión por sus continuos problemas
El extenista ha pasado al Bloque E, llamado Trinity Wing, donde “los presos tienen más oportunidades de salir de sus celdas para trabajar, educarse...”.
Boris Becker fue condenado a pasar dos años y medio en la cárcel por una quiebra fraudulenta. Una pena que le llevó a internar en una de las prisiones menos deseadas de toda Inglaterra, la de HMP Wandsworth, que es un edificio de 170 años de antigüedad y donde es habitual encontrarse con ratas, drogas y violencia incesante, incluyendo una superpoblación, pues habitan el lugar más de 1.300 reclusos.
No han pasado ni 20 días desde que el extenista alemán llegase al centro, y ya ha sido trasladado a otro ala de la misma prisión, al Bloque E, el Trinity Wing, que, tal y como ha informado el exrecluso Chris Atkins a ‘The Sun’, es más “amigable”.
Se trata de un ala que posee la cárcel que permite una mayor movilidad a sus reclusos, y que sin duda será una bocanada de aire para Becker. “Trinity tiene una supervisión más relajada. Los presos tienen más oportunidades de salir de sus celdas, por ejemplo, para trabajar, educarse, hacer deporte y socializar”, ha señalado Atkins.
El alemán, a sus 54 años, está teniendo muchos problemas para adaptarse a la vida en la cárcel, y ya la semana pasada se quejó de la comida y la falta de higiene, además del poco espacio que había respecto al número de reclusos, y es que habría pedido incluso que le dejaran abierta la celda, algo que molestó a algunos guardias, quienes decidieron trasladarle a este nuevo bloque.
Muchos problemas con la comida
Una fuente confirmó al tabloide británico que Boris Becker “está pasando por un mal momento”: “Lo peor de todo es la comida. No puede creer lo mal que está y lo pequeñas que son las porciones. Una de sus primeras comidas fue carne en conserva, que no era buena” Y es que tal ha sido su disconformidad con los platos que no ha dudado en gastarse sus 10 libras esterlinas semanales para comprar chocolate, galleta y plátanos. “Tendrá que acostumbrarse. También está impactado por la falta de higiene en la prisión porque está superpoblada”, ha añadido.
Ahora, Becker tendrá una mayor libertad dentro de la cárcel donde, tal y como ha asegurado la misma fuente, el extenista está ejerciendo de profesor de inglés con algunos de sus nuevos compañeros, algo que está bien visto en el sistema y que le podría llevar a conseguir una reducción de su condena a la mitad, y es que su intención es volver a Alemania mucho antes de Navidad.