Así es Marcus Daniell, el tenista al que todos apoyarán en Wimbledon

Todo aficionado al tenis va a desear en unos días que Marcus Daniell gane puntos y partidos en Wimbledon, casi por encima de las estrellas de la raqueta más conocidas a nivel mundial, ya que este neozelandés tiene un propósito que va más allá de llevarse un trofeo: la caridad.

Marcus Daniell, quien ha decidido retirarse a los 34 años tras ganar un bronce olímpico, quiere hacerlo a lo grande, pero de una manera diferente y, sobre todo, inspiradora. El tenista va a donar la mitad de sus ganancias de este año a organizaciones benéficas con la idea de motivar a otros atletas con más ingresos a hacer lo mismo.

Daniell fundó en 2020 High Impact Athletes que se trata de una organización que reúne a más de 220 deportistas con el objetivo de utilizar su plataforma y su riqueza para el bien común. El propósito de esta asociación, a la que ya pertenece, por ejemplo, Stefanos Tsitsipas, consiste en conectar a los deportistas con organizaciones benéficas que generan un gran impacto en la sociedad.

En la que va de año, Daniell ha ganado 60.021 dólares (unos 56.000 euros), y, de acuerdo con sus cálculos, esto ha tenido un impacto positivo en 18.099 personas y 90.032 animales, así como ha evitado 38.681 toneladas de dióxido de carbono al medio ambiente. Además, Daniell recibe dinero que también dedica a la caridad por cada punto que gana por parte de los aficionados que se han comprometido con su causa.

Como una apuesta, pero para bien

De acuerdo con Daniell, apoyarle en sus partidos es “como apostar en los deportes, pero para bien, con un resultado neto positivo”. “La forma en que funciona mi campaña es que las personas que quieren apoyarla prometen una pequeña cantidad por cada punto que gane, por lo que tienen un interés personal en lo que estoy haciendo y en mis resultados”.

“Recibo mensajes de odio de personas después de cada partido, de personas que ganan o pierden contra mí; en lugar de eso, si me va bien, la gente puede sentirse positiva no solo por el hecho de que alguien a quien siguen lo ha hecho bien, sino porque debido a eso algo bueno ha sucedido en el mundo”, agrega. “A principios de año, cuando tuve una racha de perder un montón de partidos seguidos muy igualados, también fue un poco de presión. No estaba jugando solo por lo mío: tenía un montón de gente siguiéndome y queriendo que ganara. Siempre es así, pero cuando lo pones en dólares, especialmente en organizaciones benéficas, es como ‘¡joder, será mejor que empiece a ganar algunos partidos!’”.

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