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Las predicciones para 2022 de los sacerdotes de la santería cubana

Los líderes religiosos cubanos dan a conocer sus predicciones para el presente año en el que auguran esperanza, pero también varias enfermedades y complots.

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Las predicciones para 2022 de los sacerdotes de la santería cubana

Como cada inicio de año, los babalawos dan a conocer su conjunto de predicciones para los próximos doce meses después de una ceremonia muy especial que realizan cada 31 de diciembre. Estos sacerdotes de la santería cubana acaban de hacer público su ‘Letra del Año’ en el que auguran mucha esperanza, aunque también una agudización de las enfermedades, varios complots y un incremento de la violencia.

El signo de la pandemia

Según la Comisión Organizadora de la ‘Letra del Año’, el signo del año 2022 será el ‘Obe Juani’ siendo Obatalá acompañada de Oshun su orisha regente. “Este signo es el de la pandemia, de las enfermedades cardiopulmonares. Hay que trabajar con las plantas medicinales porque va a haber carencia de medicamentos. Algo que existe en Cuba, pero en el mundo también se va a dar. El incremento de la muerte también es preocupante”, adelanta Víctor Betancourt, sacerdote de Ifá.

Agudización de enfermedades

En el ámbito social, los sacerdotes cubanos recomiendan a la población mantener la higiene de sus hogares mientras que a los gobiernos se les insta a favorecer la construcción de nuevas infraestructuras que va desde viviendas hasta hospitales pasando por cementerios. Los babalawos también lanzan un mensaje a los ciudadanos para que eviten la violencia interpersonal y presten atención a posibles complots donde “varias personas se unen para perjudicar a otra”.

“Nadie solo puede lograr ningún éxito en la vida si no cuenta con el concurso y la ayuda de los demás. Tenemos que respetar la forma diferente de pensar que tengan las otras personas”, añaden. En el texto de la ‘Letra del Año’, los líderes religiosos cubanos advierten sobre “el peligro de todo tipo que generan las aglomeraciones públicas. También hablan sobre una agudización de las enfermedades cardiovasculares o pulmonares, problemas de piel o de huesos.