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Nicolas Cage: "He sido marginado"

El excéntrico actor vive una segunda juventud y está empezando a facturar películas que le están reportando buenas críticas tras una época oscura.

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Nicolas Cage.

No hay duda de que Nicolas Cage ha logrado crear a lo largo de los años una marca propia, casi un género. Y un entramado de mitos y leyendas que hace imposible discernir hasta qué punto hablamos de la persona o del personaje. Si es que algún día hubo alguna diferencia. El caso es que al hablar del actor norteamericano de 57 años habría que establecer una fecha a modo de antes y después, al menos en lo que a su trayectoria cinematográfica se refiere. En cuanto a la vital, no está muy claro cuándo empezó a soplar el viento en su azotea.

Sin temor a equivocarse, es más que probable que lo mejor del Nicolas Cage intérprete lo hayamos visto ya. Su irrupción en la industria, a comienzos de los ochenta, hacía presagiar que el actor californiano tenía ante sí un brillante futuro, como se encargó de confirmar con papeles como el de Arizona Baby (1987) y sobre todo con su Oscar por Living Las Vegas (1995), el punto de inflexión que lo aupó a los altares de Hollywood.

A partir de ahí entró en su etapa más taquillera gracias a títulos como La Roca (1996) y Con Air (1997), que lo encumbraron a lo más alto género de acción en el que, por otro lado, se ha sentido cómodo a lo largo de su carrera independientemente de la calidad de las cintas porque hay de todo. Y no siempre bueno. En cualquier caso, en 2002 tocó con la punta de los dedos su segunda estatuilla por Adaptation, pero Clint Eastwood parió una joya llamada Mystic River (basada en la obra de Dennis Lehane) de la que se benefició Sean Penn.

En la primera década del nuevo siglo Nicolas Cage todavía fue capaz de facturar algún que otro blockbuster, pero ya comenzaba a dar muestras de una personalidad estrafalaria que no podía conducir a nada bueno. Y llegamos a 2009, año de sus problemas con el fisco estadounidense, y que marca un antes y un después en su carrera puesto que a partir de ahí el trabajo se convirtió en la mejor manera de pagar sus deudas, caprichos y desvaríos.

De las más de 100 películas de su filmografía, 40 corresponden a la última década y la mayoría pueden ser catalogadas directamente de serie b. Algo quizá difícil de digerir para alguien que ha trabajado con directores como David Lynch, los Hermanos Coen, Alan Parker, Ridley Scott, Martin Scorsese, Joel Schumacher, Brian de Palma y Oliver Stone.

Resurgimiento

Sin embargo, el californiano vive en la actualidad una segunda juventud gracias a los últimos proyectos que le están lloviendo. Aunque hay una persona a la que tiene mucho que agradecer: Michael Sarnoski. Y es que el director le ofreció protagonizar la insólita Pig, que ha vuelto a poner a Cage en el mapa.

"Después de un par de fracasos en mi carrera, sabía que había sido marginado en la industria y que determinadas productoras y directores no me iban a llamar. Siempre supe que haría falta un joven cineasta que recordara algunas películas que había hecho y pensara que podría ser adecuado para su guión y redescubrirme. Esto no estaría sucediendo -en referencia a su resurgimiento- si no tuviera la mente abierta para decir: 'Ven conmigo'", asegura Cage en el podcast del Variety's Awards Circuit, que estrenará en abril The Unbearable Weight of Massive Talent, en el que se interpreta a sí mismo. Promete.