De 'Arturo' a 'Gandía': las claves de los personajes más polémicos de 'La Casa de Papel'
A lo largo de estas cinco temporadas muchos personajes nos han sorprendido por su rol dentro de la serie, algunos incluso cambiándolo en cada temporada.
'La Casa de Papel' regresa este viernes a la gran pantalla con el estreno de su quinta y última temporada, y mientras mantiene expectantes a sus millones de seguidores con el desenlace de la serie, repasamos algunas de las claves de sus anteriores temporadas. Uno de los aspectos que merecen ser destacados son sus personajes, especialmente aquellos más polémicos que han motivado todo tipo de emociones entre su comunidad de fans.
Palermo
No fue el primero que apareció, aunque quizá sí que haya sido uno de los más polémicos dentro de la banda. Viejo conocido de Berlín, Palermo irrumpió en la segunda temporada como el líder que necesitaba la banda para continuar con su plan imposible. Junto a Berlín y El Profesor fue quien tuvo la idea, la cual después llevaron a cabo los dos hermanos, aunque su segundo asalto fuese original del argentino. Su forma de encarar los problemas, además de ser un líder autoritario, hicieron que muy pronto se ganase sus primeros enemigos, aunque se volvió imprescindible para la banda.
Raquel Murillo
El personaje de Raquel tardamos muy pronto en descubrirlo. Muchos se acordarán de la primera temporada, en la que El Profesor consigue conquistar a esta policía que terminaría formando parte de la banda como una más. Sin embargo, la polémica le hace figurar en esta lista al haber generado gran controversia entre los protagonistas de la serie. Por supuesto, el que fue su bando -la policía- la considera una de sus mayores enemigas, y su nueva banda nunca ha terminado de considerarla una más, razón que le ha llevado a estar en esa tierra de nadie, único lugar en el que se ha perdido El Profesor.
Arturo
Lo de 'Arturito' siempre ha sido algo que no ha gustado a los seguidores y espectadores de 'La Casa de Papel'. Desde la primera temporada protagonizó la polémica al intentar liderar un motín junto al resto de rehenes. También dejó embarazada a la famosa Mónica Gaztambide queriendo desentenderse de la criatura, por no hablar del intento de abuso sexual a otra de las rehenes. Lo de presumir de haber sobrevivido al secuestro se le subió a la cabeza, y terminó forzando su presencia en el segundo robo de la banda para hacerse el héroe, aunque nada más lejos de la realidad.
Alicia Serra
La marcha de Raquel Murillo motivó que en la policía buscasen cambios de estrategia que terminaron con un paso a la ofensiva. La nueva encargada de la operación fue Alicia Serra que, embarazada, intentó poner en aprietos a la banda y, en concreto, a El Profesor. Podría decirse que lo consiguió, por lo que se ganó ponerse en contra a la mayoría de espectadores de 'La Casa de Papel', quienes empatizan más con la banda. Además, su forma de ser tan directa y poco amable han motivado que cada una de sus apariciones fuese acompañada de polémica.
César Gandía
'Arturito' podría pensar perfectamente que gracias a él, César Gandía consiguió ser un quebradero de cabeza de la banda liberándose como rehén. El que fuese uno de los guardias de seguridad del lugar consiguió escapar e intentar acabar con el robo desde dentro, con una combinación de estrategias y luchas directas con los protagonistas que acaparó todo el protagonismo de las últimas temporadas. Gandía se ganó el 'odio' de la comunidad de 'La Casa de Papel', por lo cerca que estuvo de terminar con ellos matándoles uno a uno.
Río
Aunque es uno de los miembros más destacados de la banda, sus compañeros nunca le perdonarán haber sido el principal causante de que se encuentren de nuevo en otro robo con secuestro después del éxito del primero. La inestabilidad mental de Río hicieron que durante el primer robo se pensase traicionar a sus compañeros y, después, que la policía consiguiese dar con su paradero mientras disfrutaba de su recompensa. La tortura por la que tuvo que pasar le destrozó por dentro, y su romance con Tokio afectó por completo a sus compañeros, y por supuesto, a ellos dos.