Las mil caras de Bruce Dickinson: cantante de Iron Maiden, historiador, experto en esgrima, piloto o maestro cervecero
El vocalista de Iron Maiden, una de las bandas más legendarias del heavy metal, es un personaje lleno de matices en cuyo currículum figuran facetas soprendentes e increíbles habilidades.
Hace poco más de dos meses se hacían públicos los nombres de los nuevos miembros del Rock&Roll Hall of Fame y entre los afortunados sorprendió sobremanera la ausencia de la legendaria banda de heavy metal Iron Maiden. Una decisión que levantó ampollas entre los fans del género y colegas de profesión hasta el punto de que alguno se pronunció en términos muy duros.
"¡Repugnante!”, compartía Gene Simmons, integrante Kiss, al conocer la decisión final que ponía por delante a artistas como Jay-Z. Los comentarios de Simmons, que hablaba directamente de “farsa”, resumían el sentir generalizado de miles y miles de personas que no entendían que una banda con la trayectoria e influencia de la británica no recibiera semejante reconocimiento.
Ahora, esa banda surgida en los setenta acaba de lanzar un nuevo single después de seis años (The writing on the wall) que vuelve a poner encima de la mesa, entre otras cosas, lo especial que es su vocalista, Bruce Dickinson, en todos los sentidos. Nacido hace 62 años en Worksop (Nottinghamshire, Inglaterra) está considerado por muchos como una de las mejores voces de la historia del rock, pero es en su biografía donde se esconden algunas sorpresas insólitas.
Dickinson no es una estrella al uso. Su infancia está marcada por su particular relación con sus padres -en realidad fue criado por sus abuelos- y por varios episodios de acoso sufridos. Aunque fue en plena adolescencia cuando comenzó a cultivar su oído musical con bandas como Deep Purple, Black Sabbath Jethro Tull, aunque sin olvidar a The Beatles, mientras soñaba con el ejército.
Pero afortunadamente para la música fue ganando terreno en sus preferencias y tras probar en diversas bandas en la segunda mitad de los setenta, acabó aterrizando en Iron Maiden en 1981 para sustituir a Paul Di’Anno. Y el resto, con un paréntesis de varios años, es historia de la música.
Más allá de la música
Pero más allá de su exitosa carrera musical, lo que verdaderamente llama la atención es que nos encontramos ante un personaje inquieto y singular. En 2018 publicó una autobiografía en cuya portada llevaba impresa la nada improvisada frase ‘¿Para qué sirve este botón?’. Una declaración de intenciones y un leit motiv que le ha acompañado durante toda su vida.
"Tengo curiosidad por saber cómo funcionan las cosas. Y la única manera de saber cómo funciona algo realmente es interiorizándolo. Y por interiorizarlo, me refiero a apasionarse por todo lo que haces de alguna manera. Lo que significa que acabas teniendo que comprometerte, porque esa pasión significa que hay una sed constante de querer saber más", ha explicado el británico sobre su hiperactividad.
Una filosofía que explica que estemos ante un graduado en Historia, un avezado esgrimista, locutor de radio, escritor, guionista, empresario, conferenciante… y piloto de aviones. Quizá esta faceta suya haya sido la que más titulares haya acaparado a lo largo de su trayectoria pero lo cierto es que el vocalista ha sido piloto comercial para Astraeus Airlines y ha llegado a coger los mandos el ‘Ed Force One’, el Boeing 747 que Iron Maiden emplea para sus giras mundiales. Además, desde 2012 posee su propia empresa (Cardiff Aviatior) de mantenimiento de aeronaves y capacitación de negocios.
No menos sorprendente es su vertiente de maestro cervecero, interés que le ha llevado a elaborar, en colaboración con Robinsons Brewery, un catálogo de referencias que bajo el nombre de ‘Trooper’ se ha convertido en la cerveza más famosa del mundo de la música.
Batalla contra el cáncer
Y no menos relevante es la batalla contra el cáncer de lengua que le fue diagnosticado en 2015 y que consiguió superar, extrayendo importantes lecciones en el trayecto. “No cambió mi visión de la muerte, pero sí de la vida. Pensé que quizás debería estar enfadado, pero eso es agotador: simplemente me centré en el tratamiento y desperdicié energías odiando cosas. Morir es absolutamente inevitable, siempre lo ha sido, siempre lo será. Pero vivir es vivir ahora, cada minuto, cada segundo… la vida es sencillamente increíble y hay que celebrarla”, ha señalado en alguna ocasión.
Divorciado en dos ocasiones, la última en 2019 tras casi 30 años de relación con Paddy Bowden, que falleció meses más tarde en un accidente, Bruce Dickinson es padre de tres hijos y en la actualidad su corazón está ocupado ahora por Leana Dolci, una periodista francesa, bloguera de moda y estilo de vida e influencer de fitness, que también ha sido modelo. Aunque como hemos comentado, infinitamente más interesante es lo que ocupa la cabeza del polímata cantante de Iron Maiden.