MÚSICA

Al Safir: un nuevo 'patrón' para la música urbana española

El artista madrileño pegó fuerte con Blow Up en 2020 y quiere más. Se confiesa seguidor del Real Madrid, jugó con Marcos Llorente y no le gusta que le encasillen en el rap.

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Al Safir: un nuevo 'patrón' para la música urbana española

Si vemos Madrid como una gran cantera de la música urbana española, que lo es (ahí están Natos y Waor, C. Tangana, Israel B y compañía para demostrarlo), la nueva irrupción, el chico de oro, el caballo ganador, es Al Safir. Responde al nombre de Diego Izquierdo, nació en la meseta en 1995 y el año pasado se metió en la élite con Blow Up, un disco descarnado en letras y sonido que le propulsó en las audiencias. Ya acumula más de 200.000 oyentes mensuales en Spotify y temas como el que dan nombre al álbum se han disparado por encima del millón de visitas en Youtube.

Desde su casa de Móstoles, este artista que busca alejarse del perfil tradicional de rapero y explorar otros ritmos atiende a As para hablar de su presente, su futuro, fútbol, boxeo... "No lo enfoquemos en rap, hablemos mejor de música en general", pide antes de pasar a relatar sus comienzos en el mundillo: "Vi que los chavales de la sierra empezaban a darle, gente que yo conocía, y me dije 'yo también puedo hacerlo'. Con un programa de ordenador y un micro ya se puede grabar y así empezó. Un poco como todos".

Sus referencias, cuenta, "dependen del momento". "Cada día tengo uno nuevo, pero aquí en España Hijos Bastardos". "De lo americano tampoco he consumido mucho. A mí la música me empezó a molar con los Bastardos. Antes no escuchaba", matiza. Al Safir no ha venido solo a jugar el partido, quiere ganarlo. Su objetivo es "vivir" de lo que hace y tiene una receta para sí mismo y los que vengan detrás: "Hay que hacer lo que te pida el cuerpo. Es la mejor manera de triunfar, guiarse por el instinto".

Su próximo proyecto es un nuevo álbum, que vería la luz en "septiembre, octubre o noviembre". Lo producirá la otra mitad de este binomio, Assimm. "Estábamos grabando hace como un año y medio y no teníamos micro. Un colega me habló de un chaval que tenía, fuimos y al final le metí pasta, le monté un estudio guapo. Cuando ya empezamos a ganar dinero con la música nos montamos un buen estudio en Móstoles", relata acerca de cómo se conocieron. Asegura que el próximo lanzamiento va a ser "cien veces mejor que Blow Up", un disco "grabado en un armario con canciones escogidas un poco a dedo". ¿Y los conciertos? Al Safir tiene ganas de volver al directo "en cuanto se pueda", porque las codiciones actuales, "con la gente sentada" y otras restricciones, "no apetecen".

De la música la conversación fluye hacia el deporte. Se confiesa seguidor "del Real Madrid, siempre". El jugador que más ha "disfrutado" ha sido Cristiano Ronaldo, pero no le hace ascos a su némesis, Messi. "Es el mejor. Pero no es culpa suya, es culpa de Dios. Si no le hubiese tocado ese talento estaría en la obra", señala entre risas. En el Madrid de ahora su favorito es Benzema, porque "se echa el equipo a la espalda". Y cree que a Mbappé hay que "esperarle" el tiempo que haga falta, "es la clave del fútbol". "Florentino me tiene desubicado. Nos tiene en sequía desde hace años. Lo ha metido todo en la lata de sardinas esa", añade.

Al Safir, en un concierto.
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Al Safir, en un concierto.AL SAFIR

La Eurocopa la ha seguido "menos" de lo que le gustaría. "Vi un par de partidos al principio y me pareció un tostón", reconoce. De lo que ha visto destaca a Italia, un equipo que ha cambiado de registro: "Antes te metían uno y se echaban atrás. Ahora van a por siete más". A España le concede mérito: "Demasiado lejos han llegado con ese equipo". Su mención especial es "para Pedri", que comparte con él juventud y desparpajo, pero es otro el internacional que termina acaparando el diálogo.

Se trata de Marcos Llorente, con el que Al Safir jugó en la cantera de Las Rozas y compartió colegio. Él actuaba de "extremo, media punta o delantero". Polivalente, como en la música, y "zurdo de calidad". "Por entonces ya era una máquina y tenía claro que iba a llegar a ser profesional", cuenta de Llorente, que le dio "algún pase de gol". Y enfatiza las cualidades físicas que le han convertido en una pieza clave del Atlético de Madrid: "¿Has visto cómo gira la cadera y se va? Es como si no hubiese gravedad. Esos giros los hace él y muy poquitos más".

Del fútbol al boxeo, un deporte que también ha practicado. "Me ha enseñado a estar fuerte", bromea. Porque "la autoestima y el espíritu de lucha", otras cosas que potencia esta disciplina, "ya las traía de serie". El púgil que más le llama la atención es el 'Rey Gitano', Tyson Fury. "A ver si Joshua le echa huevos de una vez", lanza en referencia a una posible pelea con el otro gran peso pesado británico.

Toca volver a hablar del negocio, que no es solo la música. La otra pata es el merchandising. Las líneas que ha sacado hasta ahora, diseñadas por Malm (@malm.somnium en Instagram), cuentan con gorros, camisetas o sudaderas y han funcionado muy bien. "Se está vendiento todo. Hemos hecho ya soldouts y hemos tenido que reponer", afirma. ¿Lo esperaba? "Tampoco lo he pensado mucho. Ha sido un poco inercia. No estaba con la cabeza en los resultados, la verdad".

Lo que sí esperaba es el éxito que ha tenido su trabajo. "El primer vídeo lo saqué hace ni un año, y fue para vivir de esto. Si pensase que no iba a salir no me la habría jugado. De hecho no me gusta enseñar la cara, pero si me va a dar de comer la enseño lo que haga falta", asevera. Al Safir ve el panorama del rap en España "pochísimo", pero también considera que "están saliendo músicas muy guapas". Cita a "gente como C. Tangana o Kidd Keo, que hacen cosas nuevas". "Esos son los que cambian el mundo", sentencia. Él también quiere probar otras vertientes: "Ahora que empiezo a ver lo que es la música quiero intentar otros sonidos. Si escribes bien, tienes flow y un poco de carisma, en el rap lo tienes hecho. Para otras cosas hay que saber entonar, cantar, meter distintos flows, cambiar todo el rato... Eso es lo que me mola, es mucho más divertido. El rap, al menos como lo entendemos aquí en España, es muy básico". De aquí a cinco años le gustaría estar "en Barbados, tomándome un mojito con mi mujer y un par de hijos". Al paso que va, tendrá que reservar el billete pronto.